Lanzan un sistema que integra el estacionamiento, el colectivo y el uso de bicicletas

Este miércoles, durante un acto que se desarrolló en el palacio municipal, las autoridades brindaron detalles sobre el funcionamiento de un nuevo sistema en el que, con la incorporación de tecnología, se buscará mejorar el servicio que se brinda a los servicios en relación al ordenamiento y movilidad urbana. Durante la presentación del Sumo, se confirmó que el estacionamiento medido comenzará a funcionar en enero, el boleto electrónico en marzo y el alquiler de bicicletas en junio.

Según explicaron desde el gobierno municipal, cada tarjeta, que podrá ser personalizarla con nombre y apellido, servirá para los tres servicios y permitirá poder ser denunciada por robo o extravío y no perder el saldo que se tenía. Con la misma, los estudiantes, por ejemplo, podrán trasladarse de forma gratuita en determinados días y horarios, de acuerdo a su actividad escolar, pero también podrán cargarle dinero, para viajar fuera de esos horarios, por ejemplo durante el fin de semana.

Para el intendente Lunghi, con este nuevo sistema único, Tandil dará “un salto de calidad con mejor accesibilidad y control del servicio. Estaremos implementando ese sistema de bicicletas públicas del mismo modo que lo hacen las grandes ciudades del mundo, buscando fomentar alternativas de transporte sustentables, limpias e inclusivas”, agregó.

En tal sentido, el secretario de Gobierno, Matías Civale, amplió: “Será algo que nos vuelva a poner como líderes en innovación entre las ciudades intermedias de nuestro país. Seremos una de las primeras ciudades en contar el sistema de bicicletas públicas electrónico, diferente al que se aplica habitualmente, que requiere de atención personalizada para la entrega y devolución de las bicicletas”.

En esa línea Civale explicó: “En esta primera instancia vinculada al estacionamiento medido, la próxima semana comenzarán a instalarse 84 parquímetros, que van a estar ubicados de a uno por cuadra sobre la mano derecha. El usuario va a adquirir una tarjeta, que servirá para todo el sistema y que puede ser personalizada, y que tendrá un costo de diez pesos. El costo se incluye porque las tarjetas tienen la posibilidad de trabajar en banda negativa, es decir que se va a poder estacionar cuando la tarjeta no tiene saldo, ya que tiene un límite de crédito, por eso tiene que tener un valor”, detalló el funcionario.

“Una vez adquirida la tarjeta, el usuario irá a uno de los cien puntos de carga virtual que habrá en toda la ciudad y cargará el dinero que quiera. Una vez que estaciona, pasa la tarjeta por el parquímetro y cuando se retira lo vuelve a hacer. Lo bueno de este sistema es que paga exactamente el tiempo que estuvo estacionado, ya que es pago fraccionado por minutos, lo que significa una ventaja si lo comparamos con el actual sistema. Otras de las ventajas del nuevo sistema es que el usuario podrá tener un seguimiento desde un smartphone o entrando a una web que figura en la misma tarjeta, y saber cuántos vehículos exactamente están pagando estacionamiento en cada una de las cuadras, en momentos de mucha congestión será de gran ayuda para el usuario. Algo similar ocurrirá cuando implementemos el boleto electrónico y el usuario puedan averiguar o consultar cuanto tiempo falta para que una unidad del transporte llegue a la parada, o los recorridos o las frecuencias” se entusiasmó Civale.

Por último, sumó: “El valor del estacionamiento irá aumentando según la cantidad de horas utilizadas de una vez, del mismo modo que ocurre en muchos lugares del mundo, donde a mayor cantidad de horas estacionando más caro es el valor. Con esto se aspira a que se utilice de manera eficiente el automóvil en el radio céntrico y que se esté ocupando menos tiempo el espacio. Pasamos de un valor de 4 a 6 pesos. Las dos primeras horas van a ser 6 pesos, la tercera y cuarta tendrán un valor de 8 pesos y a partir de la quinta hora el valor será de 9 pesos. Lo importante es que con esa recaudación se permite financiar todo el sistema de boleto electrónico”, describió.