A dos años de la muerte de Damián Sepúlveda, inminente cambio de carátula

Dos años después, una resolución satisfactoria en la justicia parece asomar en el trastocado horizonte de la familia Sepúlveda. El dolor y la conmoción se apoderaron de la capital de ese distrito en el verano del 2013, cuando Damián Sepúlveda, de entonces 27 años, apareció sin vida en un calabozo de la comisaría local y la Bonaerense adujo que el deceso se había producido por un suicidio, con el agravante de tener el aval de una pericia polémica que finalmente quedó desterrada, realizada por el médico Marcelo Isaac Dabbah, severamente cuestionado.

Una segunda autopsia al cuerpo solicitada por la fiscalía y la Comisión Provincial por la Memoria debió ser homologada por la propia Suprema Corte por las dificultades que encontraba para implementarse. Una vez concretada, convalidó las presunciones de la familia de la víctima: antes de fallecer, el joven fue golpeado ferozmente. Sin embargo, la re-autopsia, -aunque determinaba otra versión de la historia- no contrastaba con la posición policial ni con esa capacidad ilógica de que un desmayado se suicide. Ahora, según confirmó Teresa Sepúlveda en diálogo con 0223, “una impecable pericia de dos tomos realizada exclusivamente por Gendarmería en mayo pasado y cuyos resultados nos fueron entregados hace 40 días, arrojó como resultado que fue imposible que Damián se hubiera suicidado”.

La hermana del joven espera que el fiscal y la justicia efectúen prontamente “el pedido de cambio de carátula al de privación ilegítima de la libertad y se detenga a los policías involucrados y al médico de la primera autopsia”. En ese entonces, los efectivos sospechados fueron separados del cargo durante 120 días y, según aclaró Teresa: “siguen en funciones, aunque tengo entendido que no en Madariaga”.

La joven, de 37 años, anticipó además que la pericia de Gendarmería confirmó que “la maniobra que le produjo la muerte a Damián por ahorcamiento fue realizada por más de dos personas y que lo colgaron en estado de inconsciencia”. “También quedó en claro que nunca hubo una riña callejera que haya originado esa detención” agregó. 

Teresa, con la particularidad de ser policía, se encuentra desde hace tiempo en estado de licencia laboral con carpeta psiquiátrica. “Pensé en pedir la baja, pero con el paso del tiempo entendí que perder el trabajo podría ser una complicación para mi futuro, entonces solicité un traspaso al área administrativa, algo más tranquilo, en donde no tenga que vincularme con detenidos. De algo estoy segura, a trabajar a la calle no voy a volver” sentenció.