“A veces Thiago me dice que hubiese sido mejor irse a vivir al cielo”

Lo dijo la mamá del niño que resultó herido en un choque provocado por el expiloto “Lalo” Ramos, quien manejaba borracho por la ruta 226. La lucha de la familia ante los daños irreversibles del menor.

A pesar de un diagnóstico médico adverso, Thiago pudo volver a hablar y a caminar. (Foto: Facebook)

29 de Marzo de 2015 01:25

Hace un año la familia Franco, compuesta por Enzo (30), Rocío (27) y sus hijos Orina (8) y Thiago Joel (5) se dirigían en auto a su casa en Mar del Plata, para “darse un baño” y salir a ver la falla valenciana. Los menores de la casa nunca habían visto la tradicional quema del muñeco ni el vistoso show de fuegos artificiales. Pero algo les iba a cambiar la vida para siempre: aquel 29 de marzo del 2014: un Mercedes Benz conducido  a gran velocidad por el expiloto de TC Eduardo “Lalo” Ramos, los embistió de atrás y provocó secuelas de por vida en el pequeño Thiago.

“El 2 de marzo los médicos del Materno me confirmaron que mi hijo tiene prosopagnosia, que es un daño cerebral que impide el reconocimiento de los rostros. Por momentos no me reconoce a mí ni a nadie de su familia”. “Estas secuelas son irreversibles”, contó Rocío Dusek, mamá de Thiago a 0223.

La joven señaló que “debido a las crisis epilépticas y convulsivas” debieron aumentarle la medicación. Y, al no poder estar “rodeado de mucha gente”, el pasado el 4 de marzo se debió suspender una audiencia preliminar en la que se iba a pedir el cambio de carátula en la causa contra el excampeón de Turismo Carretera, quien al momento de provocar el siniestro vial manejaba en estado de ebriedad.

“Estas crisis acompañadas de furia hace que se le endurezcan los músculos de la cara. Y esta rigidez le genera que a la hora de alimentarse, le resulte imposible tragar, le duele mucho. Es por eso que debe tomar una leche ultra nutritiva que es de origen alemán que cuesta $1500 y le dura apenas 15 días. Y desgraciadamente no es la única medicación que no le cubre la obra social y debe salir del trabajo de mi marido”. “Yo tuve que renunciar para cuidar a mi hijo y el papá tuvo que cambiar de trabajo”, relató Rocío.

Actualmente Joel –como lo llaman en su casa- realiza distintas trabajos de rehabilitación en el Inareps, donde “de milagro” le devolvieron el habla y la motricidad en sus piernas, según indicó su madre, aunque recientemente debió reducir la cantidad de días de terapia “a causa del problema neurológico, que lo cansa de sobremanera”.

"Lalo Ramos decía a los gritos que 'con plata todo se arreglaba'"

Consultada acerca si elexcandidato a intendente del PRO –como aún pareciera “recordar” su cuenta de Twitter- tuvo algún tipo de acercamiento a la familia para pedir disculpas o ayudarlos económicamente con los gastos médicos, la joven madre dijo abruptamente que "no" y recordó con visible tristeza el día del accidente:

“Lalo Ramos decía a los gritos que 'con dinero todo se arregla'. Y en un momento, mientras yo estaba casi inconsciente tirada en el piso, me empezó a atacar verbalmente diciéndome que 'él era Eduardo Lalo Ramos' y 'qué mierda tenés para decirme', momento en que la gente que estaba presente comenzó a reaccionar y casi lo linchan”, explicó.

 “Ahora, a un año, y a pesar que se comprobó que estaba borracho, parece que nunca tomó conciencia de lo que hizo. Nos trató como animales y nunca nos pidió perdón. Algún día Dios le va a hacer dar cuenta que arruinó la vida de un chico de 5 años”, dijo.

Y agregó: “Este domingo 29 se cumple un año del accidente y estoy hecha pedazos porque mi hijo tiene secuelas de por vida y todavía no puedo procesarlo. La vida nos cambió a todos y es muy doloroso. Sólo quiero estar con mi hijo y abrazarlo”. “Mi mamá se vino a vivir conmigo y me ayuda, al igual que mis amigos y familia pero a veces no doy abasto. Joel a veces no quiere tomar la medicina y me dice 'me hubiese quedado a vivir en el cielo y no acá'”, confesó entre lágrimas la joven madre.