Una payasada: el Municipio le reclama el pago de casi $4.000.000 por mes al circo La Audacia

Cuando del otro lado del escritorio ese hombre le dijo que debía, en concepto de uso del espacio público, casi $4.000.000 al Municipio, a Facundo Mosquera se le fue la expresión de la cara. Y no era para menos. Según le explicó el agente, por haber instalado una carpa de circo a espaldas del Museo de Ciencias Naturales, donde se ubica un terreno de la secretaría de Cultura, Inspección General le reclama a La Audacia lo que a un canon de 110 mil pesos por año le cobraría a Florencio Aldrey Iglesias por 33 años de explotación del Paseo Hermitage.

Pese al estupor y el enojo, contra la desidia y frente a la ingrata sorpresa, los compañeros que sostienen este espacio decidieron dar a conocer lo ocurrido a través de un comunicado que compartieron en la red social Facebook. No sólo lo definieron por el monto irrisorio que les pretenden cobrar, sino porque están seguros que “el intento es para cansar y que caiga la carpa” o para que “ese espacio público se libere porque así lo estarían pidiendo los concesionarios de playas”.

Conflicto con historia

La historia entre La Audacia y el Municipio tiene capítulos de todo tipo y color. El proyecto de un circo itinerante en los barrios de Mar del Plata los encuentra juntos, durante la gestión de Gustavo Pulti, hace algo más de tres años. Al tiempo de estar instalados en un predio en Caisamar, justo enfrente de la Comisaría 7ma, la carpa empieza a sufrir roturas, las medidas de seguridad no se garantizan y al circo que creó Facundo Mosquera le roban hasta los materiales de trabajo. Durante un tiempo, no se pudieron levantar los toldos.

Tras algunas tratativas, nunca de fácil y ágil gestión, los cirqueros de La Audacia lograron instalarse -con autorización municipal- en un terreno que administraría la Secretaría de Cultura y por el que -durante el Gobierno de AM- nunca pagaron un peso.

Pero ya con Carlos Arroyo como intendente, las reglas de juego cambiaron. Desde la dependencia que antes presidia Leandro Laserna y que hoy comanda Sebastián Puglisi, les empezaron a exigir la presentación de una nota en el Concejo Deliberante para pedir por el uso de ese espacio público.

Hasta entonces, nunca antes habían tenido que elevar nada al HCD. Siempre les habían dicho que “no era necesario, que la tierra era de Cultura y que no se precisaba el aval del Concejo”. Sin embargo, desde la nueva dirección del área les dijeron que “había que empezar a hacer las cosas ordenadas”, pero que se quedaran tranquilos, que ellos “apostaban por el proyecto”.

La realidad, al menos por ahora, estaría mostrando otra cosa: a los pocos días de esa conversación, un inspector municipal cayó a la carpa. Hasta el hombre se sintió incómodo porque lo habían mandado, cuenta desde La Audacia, a “revisar todo”, pero no para elaborar un informe y contribuir a “poner en regla las cosas”. No. Al agente municipal lo mandaron “con orden de labrar un acta”.

A partir de lo constatado en esa recorrida de contralor, Mosquera y sus compañeros se pusieron a regularizar lo que pudieron y estaba a su alcance. “El resto no porque es tarea del Municipio”, advirtió Facundo.

“El tema es que antes de ayer, una trabajadora de la secretaria de Cultura me dice que tenia que pasar por la oficina de Inspección general, que me tenían que notificar de cosas importantes. Fui. Me pidieron los informes de lo que se acomodó tras la inspección. Y luego de notificarnos del cobro de cosas que jamás tuvimos que pagar, como Sadaic, nos dice que tenemos una gran deuda por el uso del espacio público. Ahí me explican que por día, por cada metro cuadrado tenía que pagar 315 pesos. Si sacas la cuenta, te da casi 4 millones de pesos por mes, son $3.780.000”, calcula Mosquera en voz alta, con ese dejo de sorpresa que persiste, incluso “ante la posibilidad de que haya sido un error administrativo”.

El aguante de la gente

Más allá de las explicaciones oficiales que se conocen porque el director de Cultura respondió a las críticas que le giraron por Facebook, asegurando que él banca el proyecto, que todo esto “es una locura” y que desde el lunes trabajará “por resolverlo”, es “impresionante” el apoyo que da la gente para que la carpa siga y el circo no tenga que pagar nada por hacer malabares y divertir con los payasos. De hecho, la propuesta de una mujer fue -y así se empezó a hacer- levantar firmas para pedir por La Audacia.

“Lo cierto es que hace rato que, por distintos motivos, nos quieren sacar de la Plaza España. Pero ahora, por lo que se dice, hay un interes particular de los empresarios que están involucrados en la licitación de los balnearios. No querrían que la carpa esté ahí, ellos querrían la plaza vacía”, deslizó el referente.