Alvarado empató al final y redondeó un buen debut en el Argentino A

31 de Agosto de 2008 20:08

Por Redacción 0223

PARA 0223

FÚTBOL. Con un agónico gol de David García Lorenzo sobre el final del partido, Alvarado rescató un valioso empate 1 a 1 ante Huracán de Tres Arroyos, en su debut en el Torneo Argentino A. Carlos Paratore había puesto en ventaja al local a los 7 minutos de la primera etapa. Un buen punto ante uno de los equipos que más se reforzó y es candidato a subir a la Primera B Nacional. FÚTBOL. Con un agónico gol de David García Lorenzo sobre el final del partido, Alvarado rescató un valioso empate 1 a 1 ante Huracán de Tres Arroyos, en su debut en el Torneo Argentino A. Carlos Paratore había puesto en ventaja al local a los 7 minutos de la primera etapa. Un buen punto ante uno de los equipos que más se reforzó y es candidato a subir a la Primera B Nacional.
Más de 1000 personas acompañaron al conjunto de Marcelo Philipp a Mar del Plata que, motivado por esto, intentó ser el dominador del encuentro desde el arranque. Sin embargo, el dominio de pelota no lo pudo transformar en situaciones de gol y Huracán en la primera que tuvo no perdonó. Y sin hacer mucho. A los 7 minutos, un tiro libre largo desde su cancha, Lastagaray que dejó en el camino a García Lorenzo y tiró el centro para el ingreso del ex Aldosivi Carlos Paratore que se arrojó y punteó la pelota contra el palo izquierdo de Gatti. Uno a cero y a remar desde atrás.
La desventaja le dio las obligaciones a Alvarado y la tranquilidad a los locales que sin proponérselo se encontraron arriba en el marcador. A partir de ahí, el “Torito” intentó manejar la pelota con Marcelo Guaymas y Darío Aurelio, pero abundaron las imprecisiones y sólo inquietaba cuando entraban en juego Eugenio Klein y Fernando Telechea, que se tenían que generar solos sus oportunidades.
En pelota parada lo pudo igualar el equipo de Marcelo Philipp, pero el cabezazo de Jorge Antonio se estrelló en el travesaño luego de superar el estirón del arquero Lavorante. Enseguida fue el goleador de la campaña pasada el que dibujó una buena maniobra por la izquierda, enganchó para adentro y sacó un derechazo que fue bien controlado por el golero local.
La propuesta era de Alvarado pero sin ideas y poco fútbol. El sistema 3-4-2-1 implementado por Philipp se caracteriza por el trabajo que puedan realizar los carrileros y tanto Guaymas como Arce no funcionaron. Por eso, el equipo no pudo mostrar profundidad por los costados, cosa que sí hacía a la perfección cuando estaban Juan Gáspari y Pablo Villar (no jugó por suspensión).
Huracán estaba muy cómodo con la ventaja y apostaba a lo que podían generar de tres cuartos de cancha en adelante, Lastagaray, Mc Coubrey y Paratore, que tuvieron a maltraer a la defenda albiazul que no mostró la seguridad que se esperaba. Solo Jorge Antonio aprobó en esa faceta, ya que tanto Mario Cambi como Manuel Madrid sufrieron demasiado con los delanteros locales. Tampoco dio las garantías del torneo anterior Gustavo Gatti, que tuvo dos salidas en falso que casi propician el segundo.
El complemento fue distinto desde el planteo y desde el dominio del juego. El conjunto de Hugo Tenaglia se adelantó, aprovechó la salida de Gonzalo Sánchez y se adueñó aún más de la mitad de la cancha. Tanto fue así, que antes del minuto lo tuvo Mc Coubrey pero no pudo conectar con precisión y se perdió el segundo.
Si bien el ingreso de José Pereyra le quitó marca, le dio más fútbol a Alvarado, aunque eso no significó creación de jugadas de gol. Las imprecisiones se volvieron moneda corriente, en gran parte por el muy mal estado del campo de juego y también por la dureza y el nerviosismo propio del primer partido de la temporada.
Lo pudo definir Huracán con un zapatazo de Mc Coubrey que tapó Gatti y lo pudo igualar el “torito” con un cabezazo de Pereyra luego de una jugada preparada en pelota parada que no acertó al arco.
El partido se moría, el local aguantaba el resultado, enfriaba el partido y Alvarado no lograba llegar con real peligro. Se abusó de los centros frontales que beneficiaron a Lavorante que salió a cortar siempre muy bien. Pero quedaba una más. Lateral a la altura del área, como es costumbre en los equipos de Philipp el volante por ese lado (en este caso Derlis Franco) lo metió al punto del penal, Quiroga rechazó como pudo y apareció David García Lorenzo para meter un soberbio zurdazo que se coló en el ángulo derecho del arco rojiblanco para desatar la euforia del pueblo de Mataderos que se quedó con un empate que, teniendo en cuenta el desarrollo del partido y el rival, suma mucho más que un punto.

AUTOR / FUENTE: Sebastian Lisiecki

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