Sin poesía no hay ciudad

Las frases ilustran las paredes de la ciudad. Foto: Olivia Escalada.

5 de Enero de 2013 08:21

Por Redacción 0223

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Por Luciana Acosta


Si un día de estos, alguien llama a su puerta y le pregunta si puede pintar poesía en alguna pared vacía de su casa, no se sorprenda, es el movimiento “Acción Poética” que llegó a Mar del Plata. Son chicos de entre trece y veintipico -amigos, amigos de amigos, compañeros de la escuela, conocidos de la vida, desconocidos- que salieron a llenar de versos los paredones libres de la ciudad.


Este fenómeno literario - mural surgió hace quince años en Monterrey, Guadalajara y en el área metropolitana del estado de Nuevo León, en México, donde se calcula que hasta el momento ya se pintaron alrededor de 3500 frases de amor, algunas de poetas como Octavio Paz y Jaime Sabines. Tiempo después, la iniciativa se trasladó a Argentina -Tucumán, Salta, Neuquén, Jujuy y Capital Federal ya tienen sus representantes- y a otros países de Latinoamérica, como Perú.


Todos los que se suman al movimiento respetan determinados lineamientos: las frases no hablan de política ni de religión y deben ser pintadas en letras mayúsculas negras, sobre un fondo blanco, dispuestas en dos líneas de hasta ocho palabras. Tampoco deben agregarse dibujos ni colores, y los primeros diez textos son seleccionados entre los miles que ya existen en México. Después, cada grupo elegirá por votación cuál será el próximo verso. 


En Mar del Plata, el grupo se conformó a través de la profesora de Literatura Evangelina Aguilera, que antes de que terminara el año, descubrió la movida a través de Internet. Miró las fotos, buscó un contacto y no lo pensó dos veces. “Hola a quienes sean. Me gusta mucho lo que hacen, ¿quiénes son?”, escribió en un mail que poco después respondió Fernando Ríos Kissner, un agitador amateur de poesías que importó la idea de México a Tucumán, sin escalas.


Acción Poética Mar del Plata” ya dejó su huella en los paredones de calle Ituzaingó al 3900, en el que se lee «Aprenderé a dormir en la memoria de un muro», de Alejandra Pizarnik”, y en otro de La Pampa 1944, ilustrado con un verso de Luis Alberto Spinetta, «Tengo que aprender a volar entre tanta gente de a pie». El último mural ocupa el lateral exterior de una rotisería de Peña al 3000, cuyo dueño, encantado con el proyecto, no sólo les “regaló” su pared, sino que también colaboró con la compra de los materiales. Allí quedó sentado el lema de campaña, «Sin poesía no hay ciudad».


Para conseguir un espacio en donde pintar es necesario tener paciencia pero, sobre todo, animarse a tocar el timbre y preguntar. “Hola, qué tal, ¿podría pintar poesía en el paredón de afuera de su casa?”, consultan sonrientes ante la mirada atónita de quien atiende al llamado. Contra cualquier pronóstico, los vecinos suelen “regalar” alguna pared y el permiso de los propietarios da paso a la segunda fase del operativo: la recaudación de fondos -cada uno pone lo que puede o quiere- para adquirir pinturas, pinceles, diarios, tizas y cinta de papel. También es importante llevar mate, galletitas y, principalmente, buena onda, pero para eso no hace falta juntar dinero.


Esa simple estrategia permitió que el listado de murales sobre los cuales trabajará “Acción Poética Mar del Plata” creciera de forma vertiginosa: en los próximos días estarán en Río Negro y Marconi, en la vía y Belgrano, en Ayacucho al 3800 y hasta en la Casa del Niño, en donde compartirán la experiencia con los nenes y nenas allí alojados. “Estamos felices porque vemos que esto, que empezó siendo algo muy chiquito, se va expandiendo y va a ser inmenso”, prometen.

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