Hace 35 años, Kimberley jugaba su Mundial

Marius Trésor, en ese entonces el mejor líbero del mundo, con la camiseta de Kimberley jugando para Francia.

10 de Junio de 2013 17:17

Por Redacción 0223

PARA 0223

Por Francisco Giovanoni

En este mes de junio, se cumplen 35 años de la disputa del polémico Mundial de Fútbol en Argentina, donde el seleccionado nacional se alzó con la copa al derrotar a Holanda. Al margen del nefasto contexto que vivía el país, el hecho en sí fue histórico para Mar del Plata, que fue una de las cinco sedes de la cita máxima del fútbol. El hoy estadio José María Minella se inauguró el 21 de mayo de ese año, en un encuentro que empataron 2 a 2 los seleccionados de Mar del Plata y Tandil. Al mes siguiente, albergó seis partidos tanto del grupo A como del grupo C. Y cada uno tuvo algo en particular. Sin embargo, hubo un partido que quedó en la historia particularmente: el 10 de junio de 1978, el seleccionado de Francia debió utilizar la camiseta de Kimberley para enfrentar a Hungría.

Clima de mundial en la ciudad y expectativa de ver a dos seleccionados a priori fuertes en su formación, a pesar de los resultados conseguidos, eran las sensaciones entre los marplatenses ese día. A pesar que Francia y Hungría llegaban a este encuentro eliminados del certamen, no se guardaron nada y brindaron uno de los partidos más entretenidos del mundial. Los dirigidos por Michel Hidalgo superaron a los húngaros por 3 a 1, y se despidieron del público argentino con una victoria pero con una sensación de frustración, dado que se esperaba una actuación mas protagonista de ellos, que contaban entre sus filas con Marius Trésor, en ese entonces considerado el mejor líbero del mundo y que actuaba en el Olympique de Marsella, y con un joven Michel Platini, que solo fue una sombra de lo que años más tarde sería como jugador. 

Francia había perdido cuatro días antes con Argentina por 2 a 1 mientras que Hungría había caído en el primer partido del certamen, también ante los dirigidos por Menotti por el mismo resultado.

El cotejo demoró su inicio 40 minutos, algo que llamó la atención del público presente. Pero esa demora tenía una explicación:

Resulta que tanto Francia como Hungría llegaron al estadio con el mismo color de camisetas. Y a la hora de ir a buscar las suplentes (le toco a los galos) se dieron cuenta que se las habían olvidado en Buenos Aires. Ante este vergonzoso inconveniente, ¿cuál fue la solución? Usar la de Kimbeley…

Luis Nicolai, ex-presidente del club de la avenida Independencia e integrante de la comisión de fútbol en aquel entonces, recordó la anécdota ante este periodista años atrás: “En los vestuarios del estadio estaba Mario del Rosso –integrante de la Liga Marplatense de fútbol-. Como él había sido directivo del club, pensó que el lugar mas cercano era Kimberley. El me ubicó a mí, que estaba en la platea, y por intermedio de Carlos Cubero -primo de Fabián (jugador de Vélez)-, lo envié al guardarropa y lavadero ubicado en el sótano del club, donde seguro se encontraría Agustin Vallejo (utilero). Había un juego de camisetas nuevas y Cubero las cargó en su auto e inmediatamente regresó al estadio.” 

Es de imaginar la sorpresa que causó en la gente marplatense ver al seleccionado francés con la casaca del “dragón verde”. Nadie entendía nada. Para completar la anécdota, los punteros Dominique Rocheteau y Olivier Rouyer tenían en sus casacas los números 7 y 11, mientras que en sus pantalones poseían los números 18 y 20 respectivamente. 

En fin, una situación que es increíble que se haya suscitado en la cita máxima de fútbol. ¿Se imaginan al seleccionado argentino enfrentando a un rival en el Mundial de Brasil con la camiseta de un humilde club brasileño?

Lo cierto es que cada vez que se acerca un mundial, en todo el mundo se recuerda este hecho como uno de los más curiosos en la historia. Bien puede decirse que el genial Platini jugó un día para Kimberley. Si, aquel día Kimberley debutó en un mundial.

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Les salvó la ropa

Carlos Alberto Cubero, quien llevó las camisetas de Kimberley hacia el estadio, literalmente le volvió a “salvar la ropa” a un seleccionado francés. Ocurrió durante el mundial sub-20 desarrollado en 2001 en Argentina. Francia debutaba ante Irán el 18 de junio en el Minella, pero los utileros europeos se dieron cuenta por la mañana que esta vez tenían las camisetas, pero…¡con los números y los nombres aparte!¡sin pegar!. Entonces Cubero, quien casualmente fue guía de la selección francesa en dicha cita, llamó a su amigo José Santiago (h), quien fabrica camisetas. Fueron al parque industrial de la ruta 88, y pegaron los números con una plancha especial. Al mediodía, Francia ya tenía su juego de camisetas en regla. Todo gracias a la misma persona que le “salvó la ropa” en 1978. “Es de no creer la casualidad. Me regalaron camisetas, un llavero de la FIFA, no sabían como agradecerme”, recuerda Cubero. 


Síntesis: 

Francia (3): Dropsy, Trésor, Janvion, López, Bracci, Petit, Bathenay, Papi (a los 46`Platini), Rocheteau (a los 75`Six), Berdoll y Rouyer.

Hungría (1): Gudjár, Kereki, Bálint, Martos, Józsej Tóth, Nyilasi, Pintér, Zombori, Pusztai, Töröcsik y Nagy (a los 73`Csapó)

Arbitro: Coelho (Brasil)

Goles: López (22`), Berdoll (37`), Zombori (41`) y Rocheteau (42`)

Estadio:  "Jose María Minella" (28.000 espectadores)



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