Ramella, resignado: "No les podemos ganar..."

Quilmes está viviendo su mejor temporada en muchos años, pero sin embargo no puede darse el lujo de ganarle a Peñarol. Parece un karma ya. Antes, era la diferencia enorme de jerarquía entre un plantel y otro. Esta temporada, el "Cervecero" ha logrado "mojarle la oreja" al elenco "Milrayitas" en los tres juegos disputados. Pero todos terminaron en caídas.

Gran responsable de la buena Liga de Quilmes es Leandro Ramella, entrenador que está recibiendo el reconocimiento de sus colegas y jugadores rivales por el estilo de su equipo. Leiva, Campazzo, Leo Gutiérrez se han referido a él con respeto. Sin embargo, anoche, para el coach del "Tricolor" no hubo consuelo. Al borde de las lágrimas, con mucho sentimiento de frustración encima, Leandro Ramella se refirió a la caída ante Peñarol: "Te deja mucha amargura. Nosotros venimos al clásico a ganar. No hay mucho análisis para hacer. Me parece que el partido no fue un mal juego, y los jugadores jugaron al límite. Entonces te queda amargura, si lo único que queremos es ganar. Yo no soy de hablar estas cosas, nunca me han escuchado hablar de esto, pero me siento un poco en deuda con la gente de Quilmes. Me parece que a cualquiera, en cualquier deporte, quiere ganar un clásico. Yo me siento en deuda conmigo mismo y los jugadores también, y la gente que quiere ganar también", sostuvo.

Quilmes ha logrado llegar a finales cerrados ante Peñarol. Pero algo a último momento siempre falló, o la jerarquía del rival (Campazzo, anoche) fueron más que el equipo: "La verdad que no es ningún aliciente haber estado cerca. Porque el clásico, perder por uno o por 20, es lo mismo. El clásico es para ganar. Por más que uno sepa las condiciones en las que enfrentamos este partido. Pero los jugadores juegan para ganar. Y no les podemos ganar. Y me pongo muy mal”.

Ramella se refirió a su rival, y al nivel de Campazzo y compañía: "Es un jugador de otra jerarquía. Pero no sólo Campazzo. Leo Gutiérrez es de otra jerarquía. Y cuando tenemos controlados a Leiva, Gutiérrez y Campazzo, aparece Boccia. Y Leiva es el mejor pivot del país. Y nosotros hoy los sentimos, nos ganaron."

Por último, el entrenador no quiso polemizar sobre los árbitros. Todo Quilmes reclamó falta a Facundo Piñero en la última pelota, cuando "Faca" convirtió un doble y, de haberle dado la "yapa", el juego habría ido a suplementario: "Los árbitros dirigen, se equivocan, que se preocupen ellos por mejorar como hago yo con mi profesión. Fallos dudosos hay en todos los partidos. Lo que no creo es que haya habido mala intención en el arbitraje.”