Dolor y honor... estuvimos tan cerca...

Argentina lo lamenta, Alemania festeja. Los europeos se impusieron 1 a 0, en tiempo suplementario, y levantaron la Copa del Mundo en el Maracaná. Gracias igual, muchachos. 

Alemania festeja. Se lamenta Zabaleta.

13 de Julio de 2014 19:28

Ya está, se gana y se pierde. Así es el fútbol, así es el deporte. Argentina jugó la final del Mundial con altura, entrega, corazón. Tuvo chances de gol que no supo concretar, y sufrió que no le hayan cobrado un clarísimo penal a favor, del arquero Neuer a Higuaín. Anuló a los peligrosos delanteros teutones con una defensa formidable. Maniató por momentos a una Alemania de gran manejo de pelota. Sin embargo, en tiempo suplementario, a los 113 minutos y cuando parecía que había definición por penales, el ingresado Götze terminó con la ilusión de 40 millones de argentinos. Los europeos se impusieron 1 a 0, y levantaron su cuarta copa del Mundo de la historia en el Maracaná de Río de Janeiro.

Duro golpe para la Selección, aunque la derrota haya sido con altura. Después de 24 años Argentina volvió a jugar una final de Mundial. A contramano de lo que se suponía en la previa, todo lo bueno que este equipo tenía (el poderío ofensivo), y todo lo malo o que generaba dudas (la defensa y sus integrantes), invirtieron sus imágenes. El ataque no tuvo le eficacia de otras veces (solo dos goles en los cuatro partidos eliminatorios), y la defensa superó toda expectativa, con recién este gol alemán en contra como único tanto recibido desde octavos de final.

En el primer tiempo, Alemania tuvo la posesión. Manejó con paciencia y toques de primera. Arriesgó con muchos hombres en ofensiva, y las subidas de Lahm como amenaza. Sin embargo, la Selección tuvo claras chances. Gonzalo Higuaín recibió un regalo tras un cabezazo de Kross, quedó mano a mano sorpresivamente ante Neuer, se apuró y definió afuera, de primera. Luego, "Pipita" recibió un centro desde la derecha y definió al gol. Todos lo gritamos, las cámaras solo enfocaban al ex River. Pero el árbitro cobró posición adelantada, acertadamente.

El equipo de Sabella terminó mejor el primer tiempo. Messi apiló alemanes por derecha, fue a fondo, y su centro no pudo ser conectado por Lavezzi. El "Pocho" se mostró determinante con su velocidad.

Para el segundo tiempo, Argentina salió a jugar con mayor protagonismo. Sabella sorprendió con el ingreso de entrada de un Agüero en pésimas condiciones físicas, por Lavezzi. Al inicio, tras un pelotazo largo, Higuaín recibió por derecha, Neuer salió a matar o morir, y se llevó puesto a "Pipita" con un rodillazo en su rostro. Era penal y expulsión del arquero. El árbitro Rizzoli nada vió. Peor, su asistente.

Luego, Messi su única y más clara situación. Por izquierda, recibió dentro del área, y sacó un zurdazo cruzado y bajo. La pelota se fue apenas cerca...

Ingresó Rodrigo Palacio, otra insistencia de Sabella. Y el bahiense tuvo también en sus pies el gol de la gloria. Recibió un gran centro de Marcos Rojo, pero cuando quiso parar la pelota, se le fue larga, y definió exigido y afuera por encima de Neuer. 

Llegó el tiempo suplementario. Las piernas, agotadas de los dos lados. A siete minutos del final, los dos ingresados en Alemania se juntaron y le dieron la copa a los alemanes. Schürle fue por izquierda, Mascherano y Zabaleta cruzaron pero no llegaron, sacó el centro de zurda, Götze paró la pelota con el pecho y definió cruzado, con ángulo cerrado. Uno a cero. Final.

Argentina se despide de Brasil con la frente en alto. Alemania le pone un "moño de oro" a un ciclo que comenzó en 2006, con selecciones que mantuvieron una línea de juego en constante crecimiento. Otra vez, como en el ´90, los europeos festejan ante los argentinos. Que esta derrota sea el punto de partida, y no un punto de llegada.