Peñarol estuvo a punto de la hazaña ante el campeón

En un final apasionante, el "Milrayitas" vendió cara su derrota. Perdía por 22 puntos ante Flamengo, pero en el último cuarto tuvo una remontada fantástica con juego y actitud. El argentino Laprovíttola lo ganó con un doble en el último segundo: 88 a 86. Baurú de Brasil, el rival en el Final Four. 

Leonardo Gutiérrez y Walter Herrmann, duelo de olímpicos. El de Peñarol encabezó a remontada que no pudo terminar con triunfo (Fotos: Diego Berrutti).

1 de Marzo de 2015 22:35

Fue una noche memorable, de esas que el básquetbol atesorará por mucho tiempo. Por la jerarquía de los rivales, y por el desarrollo de un partido hermoso. Flamengo se encaminaba a un triunfo cómodo, quizás apabullante. El campeón de América y del mundo llegó a estar ganando por 22 puntos. Pero Peñarol tuvo un segundo tiempo de coraje, actitud y mejora en su juego para revertir ese final, al que le faltó la "frutilla del postre". Con un doble conseguido por el argentino Nicolás Laprovíttola a un segundo del cierre, los brasileros se impusieron 88 a 86 ante los marplatenses, y se quedaron con el primer puesto del Cuadrangular Semifinal de la Liga de las Américas.

Los dos equipos, ya clasificados, solo podrán volver a encontrarse en el partido final, si es que ambos logran ganar el juego semifinal del 14 de marzo (sede a designar). Peñarol enfrentará al poderoso Baurú de Brasil; y Flamengo hará lo propio ante Pioneros de México.

De la mano de Leonardo Gutiérrez (autor de 20 puntos en el segundo tiempo), Peñarol estuvo a un paso de la hazaña. Antes, había sido ampliamente superado por un rival de mayor jerarquía y variedad. Con otra estatura. Con nombres determinantes.  

El primer cuarto tuvo a Flamengo comenzando con todo de la mano del argentino Nicolás Laprovíttola, autor de triple y doble para el 5-0 inicial. Pero Peñarol respondió en una ráfaga con un parcial de 7-5 para pasar momentáneamente al frente. El encuentro tuvo mucho vértigo. El elenco carioca propuso ataques rápidos que incomodaron defensivamente a los marplatenses. Las penetraciones de Marquinhos en el uno a uno, la imponencia de Olivinha en la pintura, fueron cuestiones a resolver por el "Milrayitas". 

Tras una paridad que duró poco más de cinco minutos (13-13), Flamengo obtuvo un parcial de 7-0 para la máxima inicial. El ataque peñarolense tuvo a Adrián Boccia como estandarte (6 puntos), mientras que Leiva estuvo controlado, y no pudo desde la línea cada vez que lo frenaron (0/4). La visita cerró al frente 22 a 17.

El segundo cuarto ya fue más frustrante para Peñarol, que en ataque siguió sin gol. En los dos minutos iniciales pudo incomodar los ataques de Flamengo, pero el elenco de Rivero no aprovechó ese buen pasaje defensivo. 

Tras un minuto pedido por el banco local (21-28), apareció Marcelinho en acción para los de Neto, con dos triples seguidos (25-34). Los brasileros, con un abanico de variantes en calidad de nombres, empezaron a cobrar en ataque todo lo que permitía la defensa marplatense. Y la brecha se fue agrandando cada vez más, hasta llegar al 26-40 como máxima distancia hasta entonces. Gegé, un buen pasaje de Benite (7 puntos)... demasiado.

Peñarol no encontró soluciones individuales en Giddens (muy floja performance ante Marquinhos) ni quien se había destacado como figura del cuarto final ante Halcones Rojos, Luciano Massarelli. El 1/11 en triples del primer tiempo influyó en un equipo que terminó fallando hasta las bandejas. Flamengo se fue al descanso 45 a 30. 

En el tercer cuarto poco se modificó la ecuación. Flamengo sacó un parcial de 8-1 para el 31-53 que fue la máxima de la noche. A Peñarol se le abrió el tiro exterior con Leo Gutiérrez (2), Konsztadt (1) y hasta con un lanzamiento apurado de Leiva. Pero el elenco carioca mantuvo la intensidad y su promedio en ataque. Laprovíttola, con frialdad, frenó con cinco puntos la arremetida local. Felicio complicó en la pintura, y por eso la visita mantuvo diferencias sustanciales en el marcador, finalizando 69 a 52.

Todo parecía encaminarse a una victoria abultada por parte de Flamengo. Pero Peñarol es Peñarol. El orgullo de sus jugadores todo lo puede. La remontada  comenzó a 6m26s con un triple del incansable Alejandro Diez (64-77) que encendió al público. Todo continuó con un doble+falta de Leo Gutiérrez, un robo de Konsztadt para contragolpear (69-77), en un Polideportivo que estaba en ebullición, con los hinchas ensordeciendo para presionar a la visita. Rivero, con una formación más baja y la presencia de Diez por Leiva, encontró a los cinco jugadores para luchar hasta el final. 

Un triple de Massarelli, seguido por otro de Gutiérrez, un doble de Diez y un robo en la salida fueron achicando la ventaja cada vez más. Flamengo no entendía lo que sucedía. "Pamperito" desde la línea dejó a su equipo a un punto (80-81), con 2m38s por jugarse. El oriundo de Olavarría, con total entrega recuperó otra pelota en la salida, tirándose al suelo sobre la línea.

Peñarol pudo haber pasado al frente en tres ataques. Boccia falló una bandeja que dio en el vidrio, y Massarelli no pudo con un lanzamiento largo de dos. A 30 segundos, Laprovíttola dejó el juego 83-80 a favor de la visita. Entonces, empezaron a ir a la línea los dos equipos. Efectivo Leo, efectivo Massarelli, también Laprovíttola, pero el base Gegé metió 1 de 2 a 10.2 segundos. Konsztadt penetró, lo fauleraron, e igualó en 86. Faltaban 6 segundos. En la última jugada de la noche, Laprovíttola encaró por el centro y sacó un lanzamiento perfecto para el doble ganador de Flamengo.

El público se lamentó en ese instante, pero de inmediato aplaudió a sus jugadores. Peñarol vendió carísima su derrota. Dejó en claro que, pese a no estar en su mejor forma, que el extranjero no le funcione, que tenga un lesionado titular, que su rival puede ser mejor, para ganarle habrá que dejar la vida. Como lo hizo ante el campeón del mudo. Se vendrá el Final Four. Y el excampeón de América buscará otra hazaña, sabiendo que debe mejorar mucho para llegar a la corona.