La Villa Aimone, la casa de Pedro Luro que peligró por las llamas

Los propietarios de la centenaria vivienda de Falucho y Jujuy tuvieron que evacuarla ante el riesgo de incendio. El fuego provocó daños en la parte nueva. Las paredes se agrietaron y afectó parte de los techos.

El incendió afectó la casa vecina de la distribuidora.
El incendió afectó la casa vecina de la distribuidora.
El techo de la vivienda, arruinado.
Las paredes agrietadas por el intenso calor de las llamas.
La Villa Aimone no quedó afectada por el incendio.
11 de Mayo de 2016 12:49

Por Redacción 0223

PARA 0223

Eran cerca de las 8.30 y la familia Adrán estaba mirando televisión. De repente explosiones, un fuerte olor a quemado y lo imprevisto: un incendio de enormes dimensiones que comenzaba a devorar el enorme galpón de la distribuidora que lindaba con la parte “nueva” que se construyó junto a la Villa Aimone, los obligó a salir de la casa, propiedad originaria de Pedro Luro y que tiene según los actuales propietarios “más de 120 años”.

“No lo podía creer. No quería salir de mi casa pero no me quedó otra que irme y ver desde la vereda cómo trabajaban los bomberos para que el fuego no se extienda. Lamentablemente la parte nueva de la casa quedó bastante afectada”, dijo César Adrán, el dueño de la antigua casa de Falucho y Jujuy, en diálogo con 0223.

El hombre muy gentilmente permitió a la prensa allí reunida, observar parte de la vivienda siniestrada: techos de durlock quemados, piso parquet arruinados por el agua y el hollín y paredes agrietadas por haber sufrido las intensas temperaturas del foco ígneo.

A pesar de “no tener seguro contra incendio”, Adrán se reunió brevemente con el gerente de Caromar, Gustavo Castaña, que le hizo saber “que la firma iba a responder por los daños”.

A unos metros, la hija del hombre se lamentaba por lo ocurrido y comentaba: “Mi papá no se quería mover de la casa. Había nacido en una de esas habitaciones y no podía creer lo que estaba sucediendo”.

Por otra  parte, en relación a la importancia del patrimonio arquitectónico, los propietarios señalaron que la vivienda centenaria “no sufrió daños”.