Cincuenta muertos en un ataque contra un club de Orlando en Estados Unidos

Otra vez Estados Unidos sufre por un ataque que dejó en esta oportunidad 50 muertos y 53 heridos en la ciudad de Orlando, estado de Florida.

El suceso ocurrió en el local Pulse, un conocido club gay de esa localidad, cuando un asaltante -que muchos medios locales identificaron sin confirmación oficial como Omar Mateen, un estadounidense de 29 años-, irrumpió en la madrugada de este domingo para disparar de forma indiscriminada contra los asistentes, tomar rehenes y atrincherarse hasta ser abatido finalmente por la policía. 

Rápidamente, el FBI, a través del agente Ron Harper, aseguró tener “indicios de que este individuo puede tener inclinación hacia el terrorismo islamista”. Sin embargo, la misma fuente aclaró: “No lo podemos decir de forma concluyente”.

Antes de morir en su enfrentamiento con la policía, el homicida llegó a detonar dos cargas explosivas como maniobra de distracción. Sobre el sujeto, las autoridades precisaron oficialmente que “no era de la zona” y que se encontra armado con un fusil de asalto y con un “artefacto”, del que no han dado más detalles.

Según los investigadores, el individuo tomó como rehenes a parte de los clientes del local y se enfrentó a tiros con nueve policías. Con los primeros disparos, el club llegó a publicar un mensaje de alerta en su perfil de Facebook en el que le pedía a las personas presentes en el lugar salir de inmediato.

Este suceso evidencia nuevamente la epidemia de violencia armada que sacude Estados Unidos ante la facilidad en la obtención de armas. Es el tiroteo número 173 del año en ese país, según datos del portal Mass Shooting Tracker y el más grave en la historia perpetrado por una única persona.