Julián Roura, el muralista que resignifica el arte de los pueblos originarios en las paredes de Mar del Plata

16 de Julio de 2017 20:13

Por Redacción 0223

PARA 0223

Los murales del artista Julián Roura brillan en las paredes de Mar del Plata. El joven empezó a pintar en el 2001, en plena crisis, con la necesidad de expresar lo que sentía. Sus obras resignifican el arte de los pueblos originarios y a través de ellas busca que la gente se identifique y se apropie. Dice que no hay conciencia del estado para que esto crezca y asegura que todo se hace pulmón.

En diálogo con 0223, Roura contó que empezó a crear grandes murales "por una necesidad de querer salir a expresar algo en el espacio público, de llevar el arte para que todos lo puedan observar, que llegue a todos por igual y no quede limitado a un espacio de una galería o para un cierto sector".

"Empecé a pintar en el 2001, en plena crisis, en una época en la que todos necesitábamos salir a expresarnos. Mi forma fue ir a buscar una pared y pintar algo", aseguró el talentoso artista local.

En este sentido, Roura destacó las ventajas de pintar en las paredes de Mar del Plata. "Al trabajar en la calle la obra va cambiando constantemente porque la gente hace algún comentario, es un ida y vuelta que se da en el momento y uno como artista quiere que la gente se identifique, se apropie de la obra", señaló.

Sus trabajos tienen una clara impronta latinoamericanista: "Mi idea es retomar lo que se hacía en esta parte del continente, que fue truncado con la conquista española, que quiso imponer otra estética y otra forma de pensar. La idea es es retomar, resignificar y hacerlo contemporáneo".

Roura consideró que en Mar del Plata "hay una movida muy interesante pero no hay apoyo o conciencia desde el estado para que esto crezca" y dijo que todos los trabajos que lleva a cabo "los hago a pulmón".

De padre pintor y formado en artes del fuego en la Escuela de Cerámica, el joven dijo que en Mar del Plata "hay artistas con variedad estética, temáticas diferentes y una gran apertura de la gente para que esto suceda".

"Hay un código entre los muralistas que es distinto al de los graffiteros. Nosotros tratamos de no meternos en paredes que están muy politizadas y la gente nos respeta", señaló Roura y aseguró que "sólo una sola vez me taparon un mural que estaba en la Facultad de Derecho y que era sobre el aborto".

 

Temas