Ante la falta de aulas, el municipio cedió dos containers a una escuela de Laguna de los Padres

Las denominadas aulas móviles ya funcionan en la secundaria 68. Desde Suteba afirman que son containers que no se utilizan desde hace más de 10 años por que no cumplen con las medidas de seguridad.

4 de Agosto de 2017 10:43

Por Redacción 0223

PARA 0223

Desde el municipio se informó este viernes que tras diez años de reclamos, la Escuela Secundaria 68 de Laguna de los Padres cuenta con dos aulas móviles destinadas a los estudiantes que, al compartir espacio con la Primaria 48, sólo podían cursan cuatro veces a la semana. 

Las aulas fueron aportadas por la Comuna y  poseen  aire acondicionado, calefacción y tienen capacidad para 30 personasMarcelo Carrara, Delegado de Sierra de los Padres, dijo estar “satisfecho” por la entrega de las aulas y contó que desde el área que comanda aportaron maquinaria y personal del Departamento de Servicios que se ocupó de instalarlas en el predio donde funciona el establecimiento.

A su turno, la presidenta del Consejo Escolar, Sofía Badié, celebró que se haya avanzado en esta medida, la cual consideró como “una solución alternativa”.

“Estamos instalando la primera de ellas que vienen totalmente equipadas con aire acondicionado, calefacción y el intendente Arroyo ha donado el mobiliario. Estamos todos trabajando junto a la Delegación de Sierra de los Padres que nos ha ayudado al ingreso con una de las máquinas para nivelar el lugar”, agregó.

Sin embargo, desde Suteba advierten que las denominadas aulas móviles “no son más que containers con mobiliario”, una alternativa que “está prohibida por que no contemplan las medidas de seguridad”. Así lo aclaró la secretaria adjunta del gremio, Susana Aranguren al ser consultada por 0223. “Hace más de 10 años no se utilizan este tipo de aulas, que no son más que cajas de chapa en la que es prácticamente imposible moverse”, sostuvo.

En ese sentido, consideró que la decisión de implementarlas significa “un terrible atraso para la educación pública” y reparó en que suele llamárselas “aulas sarcófago”. También hizo hincapié en que “este tipo de estructuras necesitan de mucho mantenimiento” aunque, de todas formas, “son provisorias”.

Además, Aranguren hizo hincapié en que para adquirirlas “se invirtieron 238 mil pesos, dinero suficiente para construir aulas de verdad”. “Nadie consultó nada, no sabemos de dónde salió el dinero y desconocemos porqué no se convocó al comité de seguridad, salubridad e higiene para que corrobore que el lugar cumpla con las mínimas medidas de seguridad”, enfatizó.