Con el apoyo de gremios y organizaciones sociales, trabajadores de la Boston buscan evitar el desalojo
Cientos de personas se concentran este miércoles en la puerta de la confitería de Urquiza y la costa para resistir el desalojo, que está programado entre las 10 y 11. “Esperemos que no haya inconvenientes”, dijeron desde Uthgra.
Por Redacción 0223
PARA 0223
Luego de casi 9 meses de ocupar la emblemática confitería Boston, reclamando por sueldos e indemnizaciones, unos 60 trabajadores se preparan para el desalojo: la semana pasada fueron notificados via judicial a que este miércoles desde las 10 serían expulsados del lugar.
Ante esa noticia, que corrió como un reguero de pólvora a través de las redes sociales, el gremio de gastronómicos, pasteleros en conjunto con la CGT y varias organizaciones sociales se concentran desde temprano en Urquiza y la costa para “resistir” el desalojo.
En diálogo con 0223, Nancy Todoroff, secretaria general de los gastronómicos de la ciudad, sostuvo que “muchos gremios así como organizaciones sociales se solidarizan con la difícil situación por la que atraviesan desde abril los chicos de la Boston, que fueron despedidos habiéndoles debido tres meses y la indemnización”.
En ese marco, la dirigente explicó que en todo este tiempo con el local tomado, “no se pudo lograr nada” y que los pasos de la justicia “llevan muchísimo tiempo”.
“Se están investigando las ventas fraudulentas, porque los empresarios vendieron una propiedad, que es la planta de elaboración de Constitución, con la que podrían haber pagado la deuda a los trabajadores”, razonó. “La idea es resistir el desalojo, que será entre las 10 y las 11. Hay pedido de presencia policial y hasta de ambulancias. Esperamos a que no pase ningún inconveniente”, expresó por último Todoroff.
Por su parte, el secretario general de la CGT, Miguel Guglielmotti, recordó que se trata de un conflicto que se inició a fines de marzo de este año, “cuando los empresarios Lotero hicieron el vaciamiento de la Boston y después de la audiencia 14, presentó la quiebra y dejó a los trabajadores sin salarios ni indemnizaciones”.
A su vez, se refirió a las intenciones de expansión que habían expresado los propietarios de la Boston una vez que adquirieron la tradicional firma marplatense. “Iban a exportar medialunas a Europa y después hicieron todo esto, es llamativamente extraño”, sostuvo.
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