El radicalismo no quiere perder Mar del Plata y suma un nuevo aspirante para 2019

Abad estuvo con Garavano en Mar del Plata la semana pasada. Esa tarde también se mostró con Guillermo Montenegro. 

21 de Marzo de 2018 19:56

La paciencia es una de las virtudes más valoradas en muchos aspectos de la vida. Y en la política no es la excepción: aquellos que demuestran apuro o desesperación suelen estrellarse antes de lo previsto. En Mar del Plata, salvo algunos políticos y los medios de comunicación, nadie piensa en las elecciones de 2019. Falta un abismo. Todos saben que una candidatura no se construye de un día para el otro. Lleva tiempo y trabajo. Pero en general, la mayor parte de ese trabajo se hace en silencio. Desde hace algunos meses, en Cambiemos se habla de la interna que se viene: Carlos Arroyo y Vilma Baragiola, marplatenses autóctonos, comenzaron a cuestionar el desembarco de Guillermo Montenegro, marplatense repatriado. Sin embargo, en silencio, surgió en las últimas horas otro nombre para competir por la Intendencia: Maximiliano Abad.

Montenegro, exministro de Seguridad porteño, decidió radicarse en Mar del Plata a fin de año, luego de sendas charlas con la gobernadora María Eugenia Vidal y funcionarios nacionales, quienes le habilitaron la idea de “caminar Mar del Plata” con miras a 2019. La mala experiencia que vivieron con Carlos Arroyo, sumado a que la ganadora de las últimas elecciones, Vilma Baragiola, no inspira confianza en el gobierno provincial, motorizaron este “experimento” de los laboratorios del Pro.

Sin embargo, en la Unión Cívica Radical (UCR) no se resignan a perder una ciudad como Mar del Plata, donde el centenario partido fue protagonista principal desde el retorno de la democracia hasta la fecha. “La estrategia del PRO es poner gente propia en la mayor cantidad de centros urbanos de relevancia que pueda. Pero también sabe que tiene un acuerdo electoral con otras fuerzas que tiene que respetar. Y no es descabellado que Mar del Plata sea uno de los distritos que queden para el radicalismo”, razonó un operador del sector.

En ese contexto, surge la alternativa de Abad. El diputado provincial es de origen radical, nadie lo niega. Tiene estrechos lazos con la cúpula partidaria, especialmente con Ernesto Sanz, uno de los principales impulsores de la alianza Cambiemos, junto a Elisa Carrio y el presidente Mauricio Macri. Sin embargo, desde esa base logró construir una relación de confianza con las máximas autoridades del gobierno provincial, que hoy le permite ser el jefe de la bancada oficialista en la Cámara de Diputados de la provincia.

“La llegada de Montenegro fue un golpe para Arroyo y Vilma. Fue una decisión del gobierno provincial de ponerle un freno a la interna que estaban empezando a protagonizar”, analizan desde el entorno del legislador bonaerense. El intendente y la concejal acusaron ese recibo. Ambos, salieron a decir públicamente que serán candidatos en 2019 –cuando falta un año y medio para las elecciones cualquier afirmación tan tajante es poco creíble- y a cuestionar a Montenegro.

Abad no seguirá ese camino. No saldrá a chocar con el exministro de Seguridad porteño públicamente. Por el contrario, la semana pasada compartieron la jornada que reunió a ministros de Justicia de todo el país en Mar del Plata y posaron juntos para una foto con el titular de la cartera de Justicia de la Nación, Germán Garavano. Pero sí comenzará a trabajar fuertemente en Mar del Plata para elevar su perfil y desarrollar un plan de ciudad para los próximos años. “Se van a sorprender con algunas personas que se van a sumar a trabajar en temas muy importantes”, avisaron allegados al legislador provincial, que está reuniendo a algunos técnicos y académicos surgidos de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

Además, si bien son conscientes de que Baragiola es la dirigente que mejor mide en Mar del Plata, dentro de la UCR Abad logró consolidarse como el principal referente y gestó una alianza que le permitió asumir el control del partido.

La otra parte de su trabajo estará en La Plata, donde además de presidir el bloque oficialista, deberá seguir tejiendo las relaciones necesarias para conseguir el visto bueno para competir en 2019. El legislador marplatense tiene un estrecho vínculo con el presidente de la Cámara de Diputados Manuel Mosca. También habla seguido con el jefe de Gabinete bonaerense Federico Salvai.

Con ambos, reforzó su lazo en las últimas elecciones generales, cuando le encomendaron convertirse en el jefe de campaña de Baragiola, no solo para garantizar el triunfo que ya era seguro desde las Paso, sino para lograr un porcentaje de votos que le permitiera a Cambiemos conseguir el triunfo en la provincia de Buenos Aires. Con más de 500 mil electores, General Pueyrredon es una pieza clave en el territorio provincial y los casi 50 puntos que sacó el oficialismo en los comicios, con una gestión golpeada, fueron un logro que el jefe de los diputados de Cambiemos buscará capitalizar.

Todavía falta mucho para comenzar a hablar de candidaturas en Mar del Plata. Pero está claro que Cambiemos suma un nuevo nombre en la puja por mantener el poder a partir de 2019.