Los entretelones de una transición en llamas

Montenegro tendrá semanas difíciles por delante. Foto: 0223.

6 de Noviembre de 2019 21:33

El apretón de manos, firme, que se dieron para la foto el lunes por la tarde en el despacho que durante los últimos cuatro años ocupó Carlos Arroyo y que a partir del 10 de diciembre será de Guillermo Montenegro permitía suponer que el cambio de gestión podría concretarse sin mayores sobresaltos. Apenas siete días después, los puentes entre el actual intendente y el intendente electo están prendidos fuego y la transición del poder en Mar del Plata gana protagonismo en la recta final del mandato de Arroyo y en las primeras frases del libro de Montenegro como jefe político de la ciudad.

¿Qué pasó en siete días? Germán Blanco, el hombre que ocupará la secretaría de Hacienda desde el 10 de diciembre, comenzó a darle detalles a Montenegro acerca del estado de las finanzas municipales. Los informes, lejos del optimismo que declama el intendente Arroyo en los medios, le permitieron imaginarse al intendente electo que la situación en la que encontrará el municipio al asumir será delicada. De todos modos, siempre supieron que los anuncios de recuperación económica de Arroyo escondían varias cuestiones con las que iban a tener que lidiar al tomar el poder.

La cuestión se agravó el último martes. Montenegro había acordado el jueves de la semana pasada reunirse con Arroyo al mediodía. 11.20 desde el despacho del intendente les avisaron a los asistentes de Montenegro que por cuestiones de agenda el jefe comunal no podía recibirlo. Y además les informaron que a partir de ahora la transición iba a quedar a cargo de Guillermo Arroyo, hijo del intendente.

Primero, por la sorpresiva cancelación. Segundo –y principalmente- porque a ningún dirigente de Mar del Plata, salvo a su papá, le parece que Guillermo Arroyo es la persona indicada para coordinar una transición política. En el montenegrismo comenzaron a ver una maniobra del arroyismo para tener algunas concesiones en la recta final del mandato. Este miércoles por la mañana, el hombre de mayor confianza de Montenegro, Alejandro Rabinovich, lo dijo con sin eufemismos: “Están haciendo una retirada a lo cowboy: designan familiares, amigos y parientes. Pero vamos a cuidar el dinero de los marplatenses para evitar que amantes y novias queden en la planta de la Municipalidad”.

Desde hace algunas semanas corren fuertes versiones de que distintos funcionarios y empleados allegados a los hombres de más confianza del intendente y su entorno se encuentran realizando exámenes médicos y preocupacionales para ingresar en los entes descentralizados y en Osse. Por eso Rabinovich también advirtió que recurrirán a la justicia si se confirman estos nombramientos que vulneran la ley de responsabilidad fiscal que impide que una gestión designe personal en planta permanente en los últimos seis meses de gobierno.

Este miércoles Arroyo lo desmintió rotundamente y solo reconoció que firmó el traslado de Pablo Simoni a Osse, quien renunció a la presidencia del Emvial por un tema de salud. En este contexto, la transición armoniosa que algunos esperaban, es una utopía.

Las tensiones con el actual intendente y su equipo también le alteraron los planes a Montenegro. El jefe comunal electo tenía previsto seguir dando a conocer los nombres de los funcionarios que lo acompañarán en el gabinete. Hasta el momento tiene confirmados cinco nombres: Sebastián Puglisi y Emilia Brahim, en Educación; Carlos Balmaceda, en Cultura; Blanco en Hacienda, y Florencia Pérez Lalli, en Comunicación.

Tal como reveló este miércoles 0223, la sexta podría ser Viviana Bernabei en la secretaría de Salud. Es actualmente directora del Hospital Materno Infantil y Montenegro espera una respuesta favorable a su ofrecimiento.

El otro nombre que cobró fuerza en las últimas horas es del de Florencia Toledo, quien podría convertirse en la nueva secretaria de Desarrollo Social. La joven, que actualmente es asesora del ministerio de Desarrollo Social de la provincia, recibió la propuesta por parte de Montenegro, aunque todavía faltan definir varios detalles.

El intendente electo tiene en mente un plan para darle más relevancia al área. Sabe que las cifras de desempleo, pobreza y la crisis social que atraviesa Mar del Plata requieren un abordaje integral a la problemática y que será una de las principales demandas que tendrá, como mínimo, durante los primeros meses de su gestión.

El plan de Montenegro prevé complementar el área con tres subsecretarías fuertes: una para abordar las temáticas territoriales, otra de Derechos Humanos y asistencia a mujeres y chicos y una tercera que se relacione con clubes y ONGs. Para esas subsecretarías ya se analizan algunos nombres, aunque por el momento no hay nadie confirmado. Para Derechos Humanos, Montenegro tiene en carpeta el nombre de una joven vinculada a los organismos de derechos humanos, que llegaría desde la Ciudad de Buenos Aires.

Los nombres y los rumores sobre los posibles integrantes del gabinete también esconden las internas que se viven hoy por hoy en el montenegrismo. El dirigente de Juntos por el Cambio sostuvo su candidatura con el apoyo de diversos espacios políticos de la ciudad. Hoy varios de ellos están esperando lugares para poder formar parte del gabinete.

De todos los socios políticos de Montenegro, el de mayor peso es la Unión Cívica Radical (UCR), que tras perder las Paso, se sumó institucionalmente a la campaña de Montenegro. Será, también, un socio estratégico en el Concejo Deliberante, donde tendrá cuatro representantes. Sin embargo, las diferencias internas entre los radicales son moneda corriente. Apenas se pudieron zanjar en la campaña de cara a las Paso, donde todos los “correligionarios” se unieron detrás de la candidatura de Vilma Baragiola. El magro resultado electoral volvió a resquebrajar la unidad de un espacio caracterizado por sus ramificaciones internas.

De los cuatro concejales que estarán en el bloque radical a partir del 10 de diciembre, dos son del riñón del diputado provincial Maximiliano Abad: Ariel Martínez Bordaisco y Marianela Romero. El primero está disputando la presidencia del Concejo Deliberante. No es el único: Alejandro Carrancio (Crear) también pugna por ese cargo. El radicalismo cree que, por peso específico, les corresponde ocupar ese lugar. Pero  a juzgar por la experiencia de los últimos años, es difícil imaginar que alguien pueda garantizar todos los votos radicales para aprobar proyectos claves.

Las señales que dio Baragiola, desde su derrota en las Paso hasta hoy, hacen difícil imaginar esa unificación de criterios. La concejal no felicitó a Montenegro y evitó por todos los medios sacarse una foto con él durante la campaña. Distintas versiones aseguran que tras perder la primaria, Baragiola volvió a acercarse al dirigente Leopoldo Moreau, un radical volcado al kirchnerismo, que fue históricamente su líder político. ¿Ese acercamiento puede convertir a Baragiola en una concejal con perfil más opositor que oficialista? Apenas se empiecen a tratar los proyectos que envíe Montenegro habrá pistas que permitan responder esa inquietud.

La cuarta concejal es Cristina Coria, concejal que formó parte del entorno cercano de Baragiola en los últimos años. Tras la derrota en las Paso decidió tener gestos de mayor acercamiento con Montenegro y mostró cierta distancia de la exsecretaria de Desarrollo Social. ¿Es suficiente para considerarla una radical alineada por completo a Juntos por el Cambio? Por su trayectoria, es imposible imaginar un acercamiento con los radicales K, pero tampoco se puede garantizar que no tenga un perfil más díscolo.

Otros sectores que también apoyaron a Montenegro a lo largo de su campaña, como el que conduce el empresario Emiliano Giri y el del senador Lucas Fiorini, también están expectantes por las designaciones de funcionarios. Incluso, hubo chisporroteos en la alianza próxima a gobernar. Por ahora, el intendente electo no se inmuta ante las presiones y ratifica que elegirá a las personas que crea indicadas para cada cargo, sin importar sus pertenencias partidarias.

Falta menos de un mes para que Montenegro se haga cargo del municipio. Y a todas estas cuestiones políticas que debe resolver, tiene que sumarle temas de gestión, como la temporada y el operativo sol, entre otras. Serán días agitados en los cuales Montenegro deberá comenzar a mostrar que es capaz de llevar adelante el liderazgo político de Mar del Plata.