Se cumplen 70 años del primer triunfo internacional de Fangio

El piloto de Balcarce, antes de ser leyenda del automovilismo mundial, comenzó su prolífica carrera con un resonante triunfo en Mar del Plata, en el improvisado circuito costero. El recuerdo de esa mañana de 1949.

Momento de la llegada de Juan Manuel Fangio, en Boulevard Marítimo entre General Paz y Urquiza. 

27 de Febrero de 2019 15:38

Un domingo 27 de febrero de 1949, hace exactamente 70 años, el balcarceño Juan Manuel Fangio obtuvo su primer triunfo internacional ante pilotos europeos que llegaron a la ciudad para Antes de ser leyenda mundial como pentacampeón, el controvertido exautomovilista inició su derrotero exitoso frente a este mar, ante -según las crónicas de la época- más de 200 mil espectadores distribuidos por todo el circuito.

Sobre el final de aquel verano de 1949, con la ciudad repleta de turistas, se vivió una jornada histórica en el paisaje marplatense. Aquel domingo de febrero por la mañana se disputó el primer y único disputar el primer y único “Gran Premio Ciudad de Mar del Plata”., que fue el último de la temporada internacional automovilística de “Máquinas Especiales” (luego Fórmula Uno). Juan Manuel Fangio ganaría en esa jornada su primera carrera internacional.

Lo hizo con una Maserati 4 CLT/48 de colores azul y amarillo otorgada por el Automóvil Club Argentino, organizador del evento. En la antesala de la Fórmula Uno, el glorioso balcarceño anticipaba al mundo lo que vendría luego: nada más y nada menos que cinco títulos mundiales (1951, 1954, 1955, 1956 y 1957) y dos subcampeonatos (1950 y 1953).

Para esta carrera, a falta de un autódromo, se eligió diagramar el circuito sobre la costa marplatense. Bien al estilo del posteriormente clásico Gran Premio de Mónaco. El mismo era de 4.045 metros de longitud y la carrera se desarrollaría a 35 vueltas. 

Fangio frente a la playa Saint James, hoy Varese

El circuito

El circuito tenía como eje central el Boulevard Marítimo Peralta Ramos, donde se instaló la largada a la altura de la calle Quintana, mientras los abastecimientos se ubicaron en la rotonda del Golf. El sentido de la carrera fue hacia el sur buscando la bajada hacia la Base Naval. Luego se tomaba una horquilla a la izquierda, se pasaba frente al edificio del Yacht Club Argentino dejando a la derecha el ingreso a la Escollera Norte y siguiendo por una larga recta que incluía el túnel de Playa Grande, con una trepada abrupta en sentido norte hasta encontrar nuevamente el Boulevard Marítimo, que se tomaba con una horquilla a la izquierda, frente al Parque General San Martín, para atravesar luego las calles General Roca, Peña y Primera Junta. Luego se bajaba nuevamente por el actual Paseo Jesús de Galíndez, continuando por el sector de Varese (ex Playa de los Ingleses). Los pilotos con sus máquinas pasaban por debajo del puente del Torreón del Monje, y pegaban la vuelta en la Pileta Cubierta, a la altura de la calle Alsina, para volver a retomar el Boulevard; se volvía a bajar al Torreón para, finalmente, subir por una nueva loma que desembocaba nuevamente en el Boulevard, hasta la llegada, que se ubicaba en Boulevard Marítimo entre General Urquiza y General Paz (donde actualmente hay dos plaquetas recordatorias). 

Hoy en día resulta insólito apreciar las imágenes y observar la ubicación de la multitud que acudió a la jornada automovilística. Como era común en esa época, la seguridad prácticamente no existía. Ni para los pilotos, que apenas usaban casco; ni mucho menos para el público. 

La largada en Boulevard Marítimo y Urquiza.

Fangio, de punta a punta

La gente expectante aguardaba el momento del inicio de la carrera con gritos ensordecedores. En la primera fila el italiano “Gigi” Villoresi acompañado por sus compatriotas Farina y Alberto Ascari, sumado a  Fangio y su Maserati con el número 24. Se esperaba una exigente carrera para el piloto nacional, que enfrentaba a los experimentados volantes internacionales, supuestamente superiores a los de este lado del mundo.

Se dice que aquél 27 de febrero acudieron más de 200 mil personas distribuidas en las veredas, parques, casas y hoteles del circuito costero. Además de casi toda Mar del Plata, unos 30 mil balcarceños se habían acercado desde la madrugada del domingo a la ciudad. Y también gente del interior del país e incluso de la clase alta europea.

Al bajarse la bandera de largada, de inmediato Juan Manuel Fangio se adelantó y pasó a liderar la competencia dejando atrás a sus perseguidores. Hasta la vuelta 35 esto sería así. En un segundo pelotón se encontraban Farina, el suizo Principe Bira y el porteño Oscar Alfredo Gálvez. En el transcurso de la carrera, poco antes del décimo giro Alberto Ascari se detuvo y el piloto argentino aprovechó para sacar con sus propias manos el caño de escape de su Maserati que se había roto. C

Con el lógico ruido ensordecedor de su máquina, continuó al frente. Luis Villoresi, máximo candidato a llevarse la carrera, había arrancado mal. Pero en una remontada que incluyó récord de vuelta en la 11ª, en el giro 20 quedó a 6 segundos de Fangio, luego de haber pasado a Ascari. Es entonces cuando se produjo el momento más intenso de la competencia, en donde prácticamente se definió todo: en la difícil curva en subida de la Pileta Cubierta, por el rodado angosto que se utilizaba en aquel entonces, era necesario entrar abierto para luego tomar el cordón interno del circuito. El piloto argentino, exigido, logró superar ese sector. Mientras que Villoresi, en maniobra estratégica, varió el ángulo de giro y en total aceleración intentó superar al balcarceño por afuera. Tras correr 200 metros entre las calles Olavarría, Güemes y Alvear, llegaron a la abrupta bajada hacia el Torreón con curva hacia la derecha. Allí, Villoresi puso su máquina a la par de Fangio, pero muy abierto respecto del argentino. Con todo su talento a cuestas, el gran Juan Manuel pisó a fondo su Maserati, y a la altura del Torreón logró sacarle al italiano unos 15 metros que serían definitivos.

Luego de la paliza a la que había sido sometida su máquina, Villoresi abandonó en la 23ª vuelta, tras perder el segundo puesto en manos de Ascari, quien cuatro giros después también dejaría la competencia. De ahí en adelante, fueron doce vueltas en las que el idolatrado piloto argentino se paseó delante de su público a la espera de la llegada. 

Era el final. Juan Manuel Fangio vencía de manera extraordinaria a los ases del automovilismo mundial por primera vez en su riquísimo historial deportivo. Ases hasta ese día, porque de allí en adelante el liderazgo del argentino se extendería rotundamente. 

ENSAYO TRÁGICO

El sábado 26 de febrero se desarrollaron los ensayos previos a la competencia que quedaron manchados por un hecho trágico. El piloto argentino Adriano Malusardi falleció carbonizado luego de que a su Alfa Romeo 3200 se le prendiera fuego el depósito de combustible, provocando el incendio de su máquina en la subida que desembocaba en el Boulevard. Esto provocó mucha congoja en Fangio y los demás corredores, además de la conmoción del público. Al margen del triste episodio, en la clasificación de ése día, Luis Villoresi hizo la pol, seguido por Juan Manuel Fangio (con el mismo tiempo) y tercero Farina a una décima de ellos.