Otro comercio que cierra por la crisis y la inseguridad: “La gente ya no puede más”

El comercio funcionó durante 7 años en la zona de Rivadavia y Marconi. En los últimos meses sufrió tres robos violentos. En el último asalto, los delincuentes le gatillaron al dueño en la cabeza.

11 de Junio de 2019 11:02

Por Redacción 0223

PARA 0223

La brutal crisis económica sumado al flagelo de la inseguridad, sumó otro capítulo al cierre de comercios en Mar del Plata: un minimercado del barrio Don Bosco, debió cerrar tras 7 años de funcionamiento.

Eduardo Nivio (54), abrió en 2012 un comercio en la zona de Rivadavia y Marconi y de a poco fue sumando rubros: un almacén, fiambrería, reventa de pan y verdulería fueron proveyendo al barrio de lo indispensable y el negocio daba dividendos, tal es así que se mudó a la esquina, dos años después. Sin embargo la estrepitosa caída del consumo, la inflación y la inseguridad en el último año y medio, provocó el cierre del mercadito, a comienzos de mayo. Este martes, Eduardo entregará la llave al propietario del inmueble.

"Me gatillaron en la cabeza y la bala no salió"

“Desgraciadamente hubo que cerrar por el tema económico y principalmente por la inseguridad. Estamos muy tristes, sobretodo los vecinos. No podes reponer la mercadería porque suben los precios todos los días y llega un momento en que no das abasto para reponer las boletas y cumplir con la gente. Y en el último robo, me gatillaron en la cabeza y la bala no salió. Eso fue lo que me hizo decidir a cerrar”, admitió Eduardo, con muestras de dolor por saber que la situación se tornó "imposible" de sostener.

“La inseguridad está muy complicada, es una zona roja, desgraciadamente con mucha venta de drogas. Lo sabe todo el mundo pero no quieren o no pueden hacer nada. Me robaron tres veces, todos a mano armada. La última vez estaba solo pero en las otras, con clientes, que tuvieron crisis de nervios. Hasta una abuela se descompuso por esto”, recordó.

Eduado explicó que el deterioro de la economía se fue incrementando en el último año y medio, “donde cuando una persona gastaba $500, ahora te gasta la mitad y de yapa, se lleva la mitad de las cosas. Todos achican el consumo”, razonó.

“Me voy sin trabajo. Lamentablemente haré changas. Mi mujer y mis hijos trabajan así que nos acomodaremos a esto. Como país, esto te pone triste porque no le ves una salida rápida y que esto mejore. No sé cuándo va a cambiar. Hace unos días los chicos que reponen la gaseosa, me dijeron que en los últimos años dejaron de venderle a 300 comercios. La gente ya no puede más”, se lamentó.

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