A dos años del femicidio de Nancy Segura, familiares y amigos exigieron justicia

Familiares y amigos de Nancy Segura, la joven de que fue asesinada el 19 de junio de 2017 por su ex pareja, se manifestaron durante la tarde del miércoles para exigir justicia. Tras una larga espera, finalmente el próximo 12 de agosto se juzgará al acusado.

Nancy Segura tenía apenas 27 años cuando, en medio de una discusión con su ex pareja, Rafael Inglera, el sujeto la atacó con una cuchilla de cocina y le provocó una herida mortal en el tórax. La joven falleció horas más tarde en el Hospital Interzonal General de Agudos, donde los médicos no pudieron hacer nada ante la gravedad de la lesión y la cantidad de sangre que había perdido.

Luego de 24 meses de espera, cargados de llanto, dolor y lucha, finalmente, el fiscal Fernando Castro estableció una fecha para juzgar al único acusado que tiene la causa. El 12 de agosto Inglera se sentará en el banquillo por homicidio agravado por vínculo. "Estamos esperando que se haga justicia y que él siga preso", indicó Yésica, hermana de Nancy.

Tras el femicidio de la joven que trabajaba como vendedora ambulante de productos de limpieza en la zona de Playa Serena, sus hijos de 14 y 6 años quedaron bajo la tenencia de su tía. La menor, que también es hija del acusado, habría presenciado el ataque. "Queremos que se haga justicia por ella y sus hijos, para que ellos también puedan hacer el duelo tranquilos, que tengan un alivio, aunque ya no les pueden devolver a la madre", manifestó.

En este contexto, la familia de la joven se presentará en el juicio para exigir que Inglera sea condenado a cadena perpetua. "El dolor que nos causó a nosotros es enorme. Me arrebató a mi hermana y a la madre de mis sobrinos. Es un asesino y tiene que estar preso, no hay otro lugar para él", describió Yésica.

A dos años de su femicidio, parados sobre el cemento del Monumento a San Martín de Avenida Luro y Mitre, familiares y amigos renovaron el mismo pedido de siempre: justicia. "La recuerdo con esa sonrisa, ella quería vivir, era una guerrera que luchaba por la vida de sus hijos. Hoy en día ella me está dando la fuerza para que yo siga por sus hijos", concluyó Yésica.