La aventura en velero de Greta Thunberg para llegar a la cumbre climática en Nueva York

La sueca de 16 años cruzó el Océano Atlántico en el Malizia II, un velero suministrado por Pierre Cassiraghi, para llegar a la Cumbre sobre Acción Climática que se realizará en Estados Unidos.

2 de Septiembre de 2019 19:27

Por Redacción 0223

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Greta Thunberg nuevamente es noticia por su ferviente activismo a favor del cuidado del medio ambiente. Esta vez la adolescente sueca de 16 años cruzó el Océano Atlántico en velero con la vista puesta en la Cumbre de la ONU sobre Acción Climática, a realizarse en la ciudad de Nueva York el 23 de septiembre próximo. El viaje trasatlántico, en el que fue acompañada por quien supo aportar el velero para la travesía y también príncipe de Mónaco Pierre Casiraghi, duró dos semanas.

Thunberg debía dirigirse a la ciudad estadounidense para poder participar de la conferencia organizada por las Naciones Unidas pero decidió plantearse un desafío: evitar realizar el viaje en avión para evitar las emisiones de carbono. Finalmente le ofrecieron viajar gratuitamente en el Malizia II, un transporte que no produce emisiones de dióxido de carbono, partiendo del puerto de Plymouth (Reino Unido) el 14 de agosto y arribando a la "Gran Manzana” el 28 del mismo mes junto con su padre, el marinero Boris Herrmann, el integrante de la familia real de Mónaco y un equipo de cineastas.

 

 

Lo cierto es que el Malizia II no es un velero cualquiera: está enteramente estructurado como un medio de transporte ecológico, posición sostenida por la inscripción que puede leerse en la vela de la embarcación: “¿What can you do for the ocean?” (¿Qué puedes hacer tú por el océano?).

Todas las instalaciones del velero de competición, de 18 metros de eslora, están preparadas para funcionar con energía eléctrica, proporcionada mediante paneles solares. Además, sólo cuenta con un horno a gas para recalentar comida vegana, un balde que cumple el rol de baño (y luego los desechos son tirados al mar con ayuda de una bolsa biodegradable), pilotos automáticos, un laboratorio que analiza los niveles de CO2 en el agua y destiladores de agua.

 

En Nueva York la ONU brindó un espectáculo de bienvenida para la tripulación, esperándolos con 17 veleros, cada uno de ellos por una meta de desarrollo sostenible. Al llegar Thunberg, una de las principales portavoces de los jóvenes ecologistas a nivel mundial, fue recibida por más de 200 personas en Manhattan y pidió poner fin a la "guerra contra la naturaleza", dedicando además unas palabras hacia el presidente norteamericano, Donald Trump. "Mi mensaje para él es que simplemente escuche a la ciencia, obviamente él no lo hace" expresó sin dubitar la joven, instando al mandatario a combatir con las políticas correspondientes el cambio climático, en vez de negarlo como hasta el momento. Por otra parte, se refirió a los incendios en el Amazonas diciendo que "Son una clara señal de que necesitamos parar de destruir la naturaleza y de que nuestra guerra contra la naturaleza debe terminar".

Greta Thunberg se ha convertido en el símbolo de la lucha de los jóvenes contra el cambio climático en todo el mundo. La adolescente sueca de tan sólo 16 años se inició en este movimiento ecologista denominado “Climate Strike” un año atrás, cuando su país comenzó a experimentar los niveles de temperatura más altos de la historia como consecuencia de esta problemática ambiental. Nunca se mostró preocupada por ser políticamente correcta o midiendo sus palabras, sin olvidar su propósito de movilizar a las autoridades políticas de todo el mundo para frenar los efectos del cambio climático en nuestro planeta. A pesar de que su actual estilo de vida comenzara a partir de los 8 años, desde el año pasado comenzó a accionar para comprometerse totalmente con el objetivo de encontrar soluciones a esta problemática.

Sus primeros pasos se produjeron con la convocatoria a huelgas estudiantiles cada viernes, en lo que se denominó "Fridays for future", para instar a los gobernantes a tomar cartas en el asunto. Más tarde, también en 2018, protestó ante el Congreso de Suecia para pedir a los representantes electos a tomar medidas contra el cambio climático.

Durante sólo su primer año de activismo ambiental ha sido nombrada entre los posibles nominados al premio Nobel de la Paz, se presentó en una conferencia sobre el clima de la ONU en Polonia y los parlamentos de Italia y Francia, y hasta se reunió con el Papa Francisco.

Luego de participar en la conferencia, la joven planea asistir a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático 2019 (COP25) que se desarrollará en Chile, previamente dirigiéndose también a Canadá y México.