“Valorar la educación superior es un aspecto que hace al país y a la persona”
El rector de la Universidad Fasta Juan Carlos Mena, habló del rol estratégico de la educación superior en el país y del avance que tuvo la educación a distancia.
Por Redacción 0223
PARA 0223
Juan Carlos Mena es rector de la Universidad Fasta Mar del Plata y vicepresidente del Crup (Consejo de Rectores de Universidad Privadas), dos cargos que, junto con su trayectoria, lo ubican como una referencia para hablar sobre la educación no solo de Mar del Plata sino también de la Argentina. Se trata de una temática con constantes cambios que en los últimos tiempos sumó un factor de una fuerte evolución: la educación a distancia."Es el futuro de la educación superior", sostuvo.
Esta tendencia, que cada vez gana más peso en la educación, supone nuevos desafíos para los docentes y los responsables de las universidades. "A veces el estudiante tiene acceso a datos que son más actualizados que los que suelen proponerles los docentes", explicó.
-La educación a distancia, que en algún momento se concibió como el futuro de la educación, hoy parece ser el camino a seguir. En este sentido, la Universidad Fasta no solo ha crecido exponencialmente desde hace más de 10 años sino que cada vez más surgen múltiples posibilidades de estudios a distancia. ¿En qué escenario nos encontramos y cuál es el objetivo a perseguir?
-La Universidad Fasta percibe a la educación a distancia como el futuro de la educación en general y el futuro de la educación superior en particular. Por eso hemos dedicado en estos últimos años a generar una reingeniería de sus procesos académicos para adaptarlos a esta nueva modalidad. Lo hacemos con la convicción de que se trata de una respuesta a un cambio cultural, en primer término. Es decir, la juventud que hoy concurre a las universidades es totalmente distinta de la que las instituciones de educación están acostumbradas a recibir. Se aprende y se llega al conocimiento de otra manera, la información está disponible absolutamente en tiempo real y a veces el estudiante tiene acceso a datos que son más actualizados que los que suelen proponerles los docentes. Esto supone un replanteo absoluto del rol docente, el docente no es depositario de conocimientos que transfiere, hoy es simplemente un acompañante de un proceso que ya el alumno puede ir realizando directamente con otras fuentes de información. Este cambio cultural para nosotros es un elemento central en el redireccionamiento de las acciones universitarias hacia la educación a distancia.
-Esta modalidad rompe las barreras geográficas.
-Para nosotros la EAD es una estrategia que mira los intereses del país. Tenemos un país absolutamente extenso, por lo que no se resuelve el problema del acceso a la Educación Superior multiplicando sedes físicas. La posibilidad de dar acceso es una de las finalidades que se ha propuesto la conferencia regional de Educación Superior al considerarlo como un derecho humano y un bien público para todos. En la misma línea se encuentra la primera meta dentro del cuarto Objetivo de Desarrollo Sustentable (ODS) del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo 2030. No se puede cumplir esta meta si no se lleva la educación a la gente y no esperando que la gente vaya donde hay educación, porque las distancias y los costos hacen que esto sea incompatible para muchas personas.
A su vez, esto es una solución para quienes no pueden estudiar porque sus horarios son incompatibles con la cursada presencial en una universidad debido a otras obligaciones como trabajo, motivos de familia u otros.
-¿Cuál es el diferencial que brinda la Universidad Fasta para quien quiera comenzar sus estudios?
-El diferencial más significativo en la formación que ofrece la Universidad Fasta tiene que ver con el tipo de competencias, habilidades y saberes que brinda a sus estudiantes. Esto no solo se relaciona con conocimientos concretos (que hoy rápidamente se vuelven caducos), sino con ciertas habilidades generales como el saber saber, es decir la posibilidad de acceder al conocimiento teorético de cualquier disciplina; el saber hacer que tiene que ver con habilidades técnicas o artísticas del área de conocimiento que uno quiere especializarse, y el saber obrar que tiene que ver con la visión ética que la universidad también debe ayudar a conformar en la vida de cualquier universitario. Hoy agregaría, lo que se conoce como soft skills, o las denominadas habilidades blandas, un nuevo modo de preparar a los graduados universitarios para interactuar en un mundo diferente donde nadie tiene la totalidad del conocimiento y donde es necesaria la transdisciplina y la tarea con otros profesionales.
-¿Cuáles son estas habilidades?
-Ejemplo de estas son las habilidades de comunicación, la capacidad para procesar información que hoy es superabundante, la aptitud para el trabajo en equipo y de interacción con otras disciplinas. Esto último es fundamental porque hoy todo se hace en equipo, incluso equipos internacionales. Hay tareas como la ingeniería en software, que se desarrollan en organizaciones donde los equipos están conformados por profesionales que trabajan desde distintos lugares del mundo al mismo tiempo (por ejemplo, interactuando desde China, Estados Unidos, Colombia y Argentina).
La Universidad Fasta enfoca su educación en el marco de la formación por competencias, incluidas las habilidades blandas, y en el marco de esta formación de competencias blandas juega un rol muy importante la formación humanística, que es especialmente apreciada por los empleadores e incluso por los mismos graduados cuando comprenden el valor de lo que se les ha transmitido.
-Los 25 años de la Universidad Fasta no sólo reflejaron el crecimiento institucional sino también el compromiso en la formación de profesionales de todo el país ¿Cuál cree que es el rol de la universidad en el país, frente al contexto actual que está viviendo la educación argentina?
-Nos autopercibimos como una institución fuertemente consolidada, no solamente porque los procesos actuales indican una dinámica académica vital en los estudiantes, los graduados, la madurez del cuerpo docente, sino también porque la tasa de crecimiento de la universidad está muy por encima de la media del sistema, incluso del sistema privado que crece más rápido que el sistema estatal.
-¿Cómo toman ese crecimiento sostenido?
-Para nosotros, la línea de tendencia en la tasa de crecimiento es un signo de que la universidad está muy reconocida y que ha acertado en su línea de desarrollo. Hoy la universidad tiene alrededor de 11 mil alumnos, muchos de ellos a distancia, pero justamente es parte de haber interpretado los signos de los tiempos en materia de Educación Superior. Creemos que este crecimiento continuará y que será parte del aporte que nuestra universidad tiene que hacer en el marco de la tarea general que le toca a toda universidad en el desarrollo de un país.
La correlación entre crecimiento universitario y desarrollo es muy alta. Es cierto que en nuestro país eso se ve opacado por algunos aspectos. Por ejemplo, Argentina tiene una alta tasa de escolarización pero su tasa de graduación es baja. Ir mejorando estos procesos supone ir mejorando el aporte que hace la universidad al crecimiento del país. Este es un dato muy significativo en días como los que corren, donde las universidades, especialmente las nacionales, plantean enfáticamente que no se descuide el apoyo estatal a la universidad, pues ésta constituye un factor estratégico en el desarrollo.
Y así como lo digo desde el punto de vista del desarrollo de un país, también lo afirmo desde el punto de vista del desarrollo personal: estudiar es una inversión. Las oportunidades para una persona que alcanza niveles altos de titulación son mucho mayores e impactan no solamente en sus metas personales sino también en todo su entorno. Valorar la educación superior es un aspecto que hace al país y a la persona.
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