Desarrollan un dispositivo no invasivo para postergar el uso del respirador en pacientes Covid

Un equipo de trabajo interdisciplinario integrado por investigadores, personal de apoyo, becarios del Conicet y un médico anestesista de la ciudad desarrollaron un dispositivo de ventilación manual para realentizar el proceso de deterioro respiratorio en pacientes internados con Coronavirus.

12 de Octubre de 2020 15:31

Por Redacción 0223

PARA 0223

Becarios del Conicet, investigadores en Ciencia y Tecnología de los Materiales (Intema, Conicet-Unmdp) desarrollaron junto al médico anestesista, Javier Andrés Pagnussat (MP 94053) un dispositivo para ralentizar el proceso de deterioro respiratorio en pacientes internados con coronavirus.

Según indicaron desde la Casa de altos estudios, el proyecto surgió cuando Pagnussat tomó conocimiento sobre la adaptación de dispositivos de ventilación tipo Mapleson C que se usan en quirófano, para dar presión positiva a la vía aérea de forma no invasiva.  

“Al no existir este tipo de dispositivos en los quirófanos de Mar del Plata nos juntamos con Fernando Trabadello (coordinador del proyecto e integrante del Conicet) para intentar fabricarlo “, explica Pagnussat. 

El dispositivo es de ventilación manual con una entrada para el oxígeno, una válvula APL para regular la salida de aire y una bolsa de silicona para realizar la ventilación de un paciente a través de una máscara o un tubo endotraqueal. Se readapta para dar presión continua no invasiva en la vía aérea solo con una entrada de oxígeno, realizando una obstrucción a la espiración durante la respiración espontánea del paciente, con lo cual se consigue mantener las unidades alveolares abiertas al final de la espiración.

“Uno de los problemas de esta enfermedad es que el líquido intersticial y la lesión barren con el surfactante, sustancia producida en el pulmón encargada de mantener la tensión activa de las paredes alveolares. Esto permite que, en condiciones normales , el alveolo no colapse al salir el aire durante la espiración. Si tuviéramos que abrir los alveolos en cada inspiración rápidamente nos agotaríamos. Al mantener artificialmente la presión en la vía aérea evitamos el colapso alveolar y reducimos el esfuerzo respiratorio, mantenemos unidades para el intercambio gaseoso y colaboramos a la reabsorción del líquido intersticial, sin necesitar invadir la vía aérea con un tubo endotraqueal que requiere sedar y relajar al paciente y el uso de respiradores”, detalla Pagnussat.

El costo del dispositivo es difícil de calcular ya que contiene un resorte, una entrada de oxigeno de metal y el material de plástico. El grupo de trabajo estima que la inversión por dispositivo es de 600 a 800 pesos, aproximadamente. A lo que habría que sumar las partes adicionales para que funcione: el material de plástico (que en este caso fue donado por la empresa FESCAP S.A. de MDP), una máscara de anestesia, un filtro viral, una bolsa de silicona y un arnés para sujetar la máscara. “Salvo el arnés todo lo demás está en el quirófano de cualquier hospital público disponible”, indica el profesional.

El equipo ya fabricó cerca de 40 ejemplares, de los cuales 10 fueron donados al Hospital modular de Mar del Plata, montado en el predio del Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA); y hay una cantidad ya lista y otras en proceso de fabricación. La idea del grupo de trabajo es hacer disponible la información para que pueda replicarse en otras partes del país.