Un reclamo de transportistas en la Quinta de Olivos se replicó en Mar del Plata

Los trabajadores exigen un aumento de la tarifa por kilómetro, atrasada desde hace un año. Advierten que por cada transportista que abandona la actividad, hay 10 personas con discapacidad afectadas.

10 de Noviembre de 2020 18:09

Por Redacción 0223

PARA 0223

En sintonía con un reclamo que se viene realizando en Capital Federal, frente a la misma quinta presidencial y otros puntos del país, un grupo de transportistas de personas con discapacidad se concentraron simbólicamente frente al Museo Mar, para reclamar un urgente aumento salarial.

 

Juan Goldart, presidente de la Asociación de Transportistas de Personas con Discapacidad en Mar del Plata, exigió en nombre de los trabajadores, un aumento del 40%, una suba salarial que no tiene una actualización desde el 2019 y que en la actualidad hace que cada viaje cueste menos que viajar en colectivo.

"Seguimos reclamando como siempre, defendiendo los derechos nuestros, de las personas con discapacidad y del transporte que está siendo vapuleado hace mucho tiempo. Venimos exigiendo, ya no pidiendo, una actualización de nuestros aranceles, que están muy por debajo de los valores acordes para dar un servicio de excelencia como merecen las personas con discapacidad y que no tenemos desde el año pasado. Cobramos 27, 94 pesos el kilómetro realizado, o sea 10 kilómetros a 280 pesos. No hay ningún transporte que cobre tan poco como nosotros. Es algo irrisorio lo que venimos sufriendo”, destacó Gordart, en diálogo con 0223 Radio.

Pero además de la falta de actualización de la tarifa por kilómetro, los transportistas advierten que en el caso que está misma semana se dé un aumento, sería cobrado recién con suerte en abril

El año que viene, al valor del kilómetro, no se va a poder salir a trabajar. Este valor de los aranceles y el sistema de prestaciones básicas, lo fija la Agencia Nacional de Discapacidad junto a los entes financiadores como Pami, Superintendencia de Salud y el programa Incluir Salud. Y es en base a convenios internacionales, que no los están cumpliendo. Lo que hacen, es una manera de cortarles el servicio a las personas con discapacidad y no hacen más que cortarle el nexo con el mundo, con los centros de días y de rehabilitaciones”, agregó.

Por último, Goldart sostuvo que la escasa ganancia, está siendo pulverizada por la inflación y muchos colegas decidieron abandonar la actividad o pensar seriamente en hacerlo porque no dan los costos.

“Nuestros vehículos son adaptados, de difícil mantención y muy caros. Muchos colegas ya dejaron de trabajar. Detrás de cada vehículo hay 10 o 12 personas que se quedan sin su traslado y difícilmente puedan volver a conseguir esa persona que les dé ese servicio”, lamentó.