Aprendiendo a (con)vivir en tiempos de pandemia
La licenciada en Psicología Guadalupe Briano nos invita a reflexionar acerca de convivencia en tiempos de Covid-19.
"Mi presente me encuentra siendo una mujer de 29 años en constante reinvención, siempre proyectando equilibrar mi energía en ser mamá, ser compañera, ser psicóloga, ser yo", dice Guadalupe Briano, quien ha realizado sus estudios universitarios en la Universidad Nacional de Mar del Plata. "Guadi", como le dicen sus conocidos, se recibió de Licenciada en Psicología y se identifica como psicoterapeuta holística ya que nos concibe como una totalidad: emociones, cuerpo, mente y alma.
Hoy nos propone reflexionar sobre el “convivir en tiempos de cuarentena”. Si bien ya todo está más flexible, creo que a todos nos atraviesa y moviliza esto.
¿Convivir? ¿Cómo te resuena? La palabra lo indica: “vivir con otro u otros en el mismo lugar”. Pero la convivencia es mucho más que compartir un lugar, un espacio. La convivencia también implica compartir nuestro ser, y eso es un montón. No hay ser igual a otro, todos somos diferentes. Así que partiendo de esta premisa: lo primero que aconsejo hoy es que aceptemos que el otro es diferente, y que cuanto menos reconozcamos eso, más vamos a incomodarnos con esas diferencias.
Además, en lo diferente siempre podemos aprender si nos lo proponemos. Así que esta bueno observar qué de eso que me molesta del otro, me está indicando algo mío... para esto, es clave conocernos y desde ese conocimiento diario, proyectar vivir cada nuevo día de la mejor forma posible.
Pensémoslo así (sí, pensemos, ya que a partir de nuestros pensamientos podemos crear sentimientos): hay situaciones como todo lo relacionado al Covid, que no dependen de nuestra exclusiva acción para cambiarlas... lo que sí podemos elegir y equilibrar es nuestra actitud al respecto.
El equilibrio con nosotros y nuestros vínculos con quienes convivimos en tiempos de pandemia, no significa que todo sea “perfecto”... significa que todos podemos proyectar y tener la capacidad de observar hechos, medir consecuencias y evaluar soluciones.
¿Qué nos permite esto de “equilibrar nuestra actitud”? Que aún cuando nos sintamos molestos, tristes, enojados, irritados, esa circunstancia no afecte y determine la totalidad de mi día: mi mágico y único presente.
A todos puede afectarnos la cuarentena, pero lo importante es medir cómo la enfrentamos y tomar sanas decisiones concretas, usando nuestra inteligencia emocional.
Recordá que las personas no te hacen cosas, sino que las personas hacen cosas y vos decidís si te afectan o no... y cuando eso que ocurre te resuena como un conflicto, siempre se puede hablar.
¿Todo se puede hablar? Yo creo que sí. El punto es cómo, cuándo y dónde elijo hacerlo.
Como siempre promuevo, si elegimos ser conscientes de nuestras palabras y formas de comunicarnos, podemos ser libres. Libres de elegir el modo de transmitir aquello que me está atravesando emocionalmente.
¿Cómo puedo hacer para aplicar todo lo anterior? preguntas implicadoras #modeon:
¿Qué digo?
¿Cómo lo digo?
¿En que momento?
¿Que palabras / tono / gestos elijo?
¿Que pienso y creo mientras lo transmito?
¿Cual es mi objetivo de comunicarlo?
¿Es algo constructivo? Suma???
¿Por qué y para qué estoy transmitiendo esto?
¿Cómo me sentiría yo si me lo dicen de este modo y por este medio elegido?
Te propongo que busques aplicarlo en lo próximo que desees comunicar a tu/tus convivientes.
No esperes a tener que tener la conversación. La comunicación es constante … y siempre nos atraviesa desde nuestro mundo emocional. Además, expresar eso que nos atraviesa, es darle un merecido reconocimiento a nuestro ser, y el destinatario podemos ser nosotros mismos también.
Consejo: Acuerden, pregunten, pidan y hablen. Cuesta, pero no hay que tener miedo de hablar. Cómo todo hábito, requiere tiempo. Pero cuánto más tardemos en ponerlo en práctica, más ajeno nos va a parecer como herramienta clave en la convivencia.
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