Algunos números sobre el Covid-19

Intentaré no escribir sobre cuestiones médicas y científicas del Coronavirus, porque no soy médico ni científico, aunque pueda caer en comentarios ya divulgados por profesionales de la salud y medios de comunicación. Como economista puedo presentar algunos datos que demuestran la gravedad de esta pandemia. Los datos cambian minuto a minuto, pero a la fecha (19 de marzo de 2020 – 23 hrs. ) el total de infectados en todo el mundo asciende a 245.684 y la cantidad de muertos a 10.058. Para comenzar podemos decir que la tasa de mortalidad a nivel global es del 4%. El Coronavirus está presente en 178 países, siendo 194 todos los países del mundo.

Los países más afectados son China, Italia, Irán, España, Alemania, Estados Unidos, Francia, Corea del Sur, Suiza, Reino Unido, Holanda, Austria y Bélgica. La siguiente tabla muestra la cantidad de afectados por país, la cantidad de muertos y la tasa de mortalidad que el Covid-19 alcanzó en cada país.

 

(Elaboración propia según datos oficiales)

Lo primero que me llama la atención al ver estos datos son las distintas tasas de mortalidad que el Virus generó en cada país. Claramente Italia e Irán sobrepasan el promedio del 4% a nivel global. Italia superó hoy a China como el país con mayor número de víctimas fatales (3.405). Esto se debe a que su sistema sanitario colapsó, por la cantidad de casos en poco tiempo. No pudieron responder a tiempo y la consecuencia fue el incremento de la mortalidad. España ha atravesado una situación similar, aunque su tasa de mortalidad es cercana al promedio. El caso de Alemania es sorprendente, mostrando una tasa de mortalidad muy baja, apenas del 0,29%. Si comparamos la cantidad de infectados de Alemania con los de Irán y las víctimas fatales, notamos que Alemania pudo responder de manera mucho más eficiente a la pandemia que Irán. Seguramente, su sistema sanitario estaba en condiciones de afrontar este tipo de crisis. Estados Unidos, Corea del Sur, Suiza, Austria y Bélgica muestran un comportamiento similar en este sentido.

Analizando esta situación en los países de nuestra región, elaboré la siguiente tabla. Al día de hoy, la situación es la siguiente:

 

(Elaboración propia según datos oficiales)

Lo que vemos aquí es que la situación en nuestra región por el momento dista bastante de la situación crítica que viven China y los países europeos. Las tasas de mortalidad, al ser el número de casos relativamente bajos, no adquieren relevancia por el momento, ya que los sistemas sanitarios pueden atender los casos de gravedad. Debido a esto es tan importante evitar el contagio en esta etapa que nos toca atravesar. La única forma de lograr esto es seguir las recomendaciones de los expertos y de las autoridades: lavarse las manos con jabón y alcohol en gel, mantener un distanciamiento social prudente y quedarse en las casas (salir lo mínimo e indispensable). Todavía Sudamérica no está en una situación de epidemia (incluyendo Brasil y Chile), por lo que todavía la contención y aislamiento social podría ser bastante eficaz para reducir la magnitud del brote y dilatar la acumulación de una masa crítica de infectados. De esta manera intentaremos evitar llegar a los números de infectados que alcanzaron Italia, España o Irán, lo cual colapsaría nuestro sistema sanitario. Un experto me comentaba que un infectado antes de ser aislado contagiara entre 1.5 a 3.0 personas por cada día que ande suelto con síntomas; y quizás a la mitad en las previas 24 horas a que los síntomas aparezcan. Esto demuestra que siempre habrá goteo (contagio). Por ende, hay que reducir esta etapa del contagio, pues Latinoamérica está peor preparada que potencias europeas para afrontar una crisis sanitaria de gran envergadura.

Otra cuestión importante que quería analizar era la edad de los fallecidos por el Virus. Al respecto, de acuerdo a datos oficiales de China e Italia se conoce la siguiente distribución de fallecidos por franja etaria:

 

(Elaboración propia)

Tal como se informaba al comienzo de la propagación del Coronavirus, los fallecidos (lamentablemente) son mayormente personas mayores. Las tasas de mortalidad se disparan con la edad. Como vemos, en China el 50% de los fallecidos tenían más de 70 años y en Italia el 88% de los fallecidos estaban en esa franja etaria. Últimamente ha empezado a circular la información de que puede ser una enfermedad letal para personas más jóvenes. Probablemente sea cierto pero en términos estadísticos los más afectados siguen siendo las personas mayores y aquellas personas con enfermedades preexistentes como la diabetes y la hipertensión, entre otras. No quiero ahondar en cuestiones médicas porque no es mi campo, pero vale hacer algunas aclaraciones al respecto.

Otro dato interesante que encontré tiene que ver con la cantidad de camas por cada mil habitantes en los distintos países. Los siguientes datos extraídos de la página de la OCDE muestran la cantidad de camas por cada 1000 habitantes, que refleja la capacidad de los países del mundo para hacer frente a este tipo de pandemia.

 

(Elaboración propia, datos de la OCDE a 2018)

Para Argentina, no cuento con información oficial, pero de acuerdo a información recabada el número de camas por cada 1000 habitantes entre el sistema público y privado de salud ascendería a 4 (cuatro). Reitero que si llegáramos a picos de infectados de los niveles de Italia ó España, provocaría un colapso del sistema sanitario: y por ende mayor tasa de mortalidad, por eso es tan importante aplanar la curva de contagio. En otras palabras, evitar contagiarnos entre nosotros y para eso es importante quedarnos en nuestra casa. Quizás los datos aquí presentados ayuden a tomar consciencia de la gravedad del enemigo que tenemos enfrente y que sólo con responsabilidad y disciplina podemos combatirlo, hasta que se encuentre, desarrolle y comercialice una vacuna contra el COVID-19.

Pensando en nuestra ciudad y nuestro país, aprovecho la publicación de este artículo para pedirle a las autoridades nacionales, provinciales y municipales que eviten desde el poder político la llegada de turistas a nuestra ciudad durante este mes, por lo menos. Más allá de la responsabilidad que cada individuo debe tener, y de las recomendaciones de autoridades y expertos en el tema, las normas y reglas sirven para direccionar el comportamiento de los ciudadanos, cuando sea necesario. Y en este caso, considero que es muy necesario. Sería un grave perjuicio para todos los marplatenses; y en última instancia para todos los argentinos, recibir gente en este momento.

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