La esperanza de una mexicana ante el drama del coronavirus en Mar del Plata: “Es muy triste esta situación”
Diana tiene 22 años y arribó a Mar del Plata desde Guanajuato el 2 de marzo. Hoy tiene dos preocupaciones: esperar que el Covid-19 no avance más en la ciudad y saber cómo está su familia a tantos kilómetros de distancia.
Por Redacción 0223
PARA 0223
Diana Belén Rivera Velázquez es una joven de 22 años que llegó a Mar del Plata desde México el 2 de marzo con el sueño de avanzar en sus estudios universitarios y conocer el país. Sin embargo, el imprevisto avance del coronavirus cambió todo el escenario y hasta casi que truncó sus planes. Hoy, al igual que toda la comunidad, permanece aislada y con su preocupación puesta en dos lugares al mismo tiempo: no sólo está atenta al avance que tenga la enfermedad en la ciudad que la acobija, sino que también trata de seguir con la mayor cercanía posible las novedades en Celaya, la localidad donde están sus raíces y su familia.
La estudiante, que cursa la carrera de ingeniería industrial, pudo desembarcar en "La Feliz" tras obtener una beca en el marco del Programa Internacional Latinoamericano (Pila), al cual está adhiere la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP). Ella estudia en Universidad Tecnológica Nacional que está dentro del estado de Guanajuato.
"Cuando apliqué para la beca, me dijeron que me iban a mandar a Colombia pero yo dije que quería ir a Argentina. Entonces, esperé un semestre para poder ir a este país y después no sé cómo terminé en Mar del Plata porque no tuve la posibilidad de escoger dónde iba a estudiar. La verdad que no conocía la ciudad ni tampoco tenía referencias pero por lo poco que pude ver me pareció un lugar muy lindo y bonito", reconoce, en una entrevista con 0223.
Por el contexto de Emergencia Sanitaria, Diana se ve atravesada por distintas dificultades: por ejemplo, se ve imposibilitada de conocer la costa como ella quisiera. "Todavía no pude conocer mucho porque por lo del coronavirus hay que estar en cuarentena y aislado y por ende no puedo ir a ningún lugar público. Es un poco triste esa situación", manifiesta.
A ello, se suman los grandes inconvenientes que se presentan dentro de la Facultad de Ingenería: la clases permanecen suspendidas hasta el 31 de marzo y se mantiene algún contacto con los profesores de cátedras para la entrega de trabajos a través de los correos electrónicos. "Tengo compañeros que todavía no han entrado a clases y no vivieron la experiencia de las cátedras. Los profes han sido muy accesibles y solidarios y están haciendo lo posible para que todos estemos a la par", destaca la estudiante de intercambio que vive con otros tres compañeros en un departamento.
La joven desconoce lo que sucederá con los exámenes parciales y teme que haya una postergación importante en las fechas de realización que estaban previstas, al tener en cuenta que ella sólo podrá estar en Mar del Plata por un semestre aunque también existe la posibilidad de que tanto su universidad, en México. como la de la ciudad consensuen la continuidad de sus estudios por el término de un año. "Si se llega a correr el calendario escolar voy a tener que correr mi vuelo y es una cuestión complicada. Me tiene preocupada el cambio de fechas si es que se produce. No sé si los exámenes se van a adelantar o atrasar y la extensión de mi estadía no depende de mí", comenta.
Otra de las preocupaciones que ocupan la cabeza de la estudiante mexicana son sus padres: en Guanajuato, ya hay 4 casos confirmados de Covid-19, 22 en investigación y otros 58 descartados. "En Celaya y León sólo hay sospechas. Mi familia lo toma tranquila pero la ciudadanía ya hizo compras de pánico para conseguir papel de baño o jabón y artículos de limpieza. El problema es que en Querétaro, que está a una hora de Guanajuato, ya se confirmaron 13 casos y la gente está preocupada por la posible llegada de esos contagios", explica.
"Mi familia está preocupada por mí porque saben que ya hay un caso acá y me piden que me cuide, que no salga ni me exponga, y este tipo de cosas. Yo también estoy muy pendiente de la situación que ellos viven allá", asegura Diana.
Pese al contexto dramático, la estudiante de intercambio se mostró esperanzada con que se revierta la situación en el corto plazo para cumplir su sueño de "conocer mucho y compartir culturas". "Cuando se solucione este problema, quiero poder recorrer todos los lugares turísticos de Mar del Plata. Además de las playas, sé que tiene museos y un faro y quiero conocer toda la ciudad", ratifica, y agrega: "Me gusta la fotografía y también quiero recorrer otros lugares de Argentina como Bariloche, Las Cataratas y Tierra del Fuego. Quiero disfrutar y aprender de todos y poder dejar mi esencia, como diríamos nosotros, una huella lince", remarca.
"Ojalá que más chicos se animen a hacer estas actividades porque muchos se cierran a no vivir solos pero es una oportunidad muy grande para abrir la vista y conocer otras culturas. Espero que no se cierren las fronteras entre los países para que más y más personas de diferentes lugares se puedan conocer. Yo he conocido gente de Alemania, Francia, Brasil, y es muy linda esa convivencia intercultural. Vida, solo hay una, y hay que disfrutarla y viajar. Hay que conocer lo que más se pueda", reflexiona.
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