Proponen hundir barcos inactivos en el Puerto para ampliar el parque submarino

En medio del pedido por la renovación de la flota pesquera, el Consorcio Portuario Regional Mar del Plata trabaja por estos días en un ambicioso proyecto que busca hundir los barcos que permanecen inactivos en el Puerto para ampliar el parque submarino Cristo Rey.

Desde la entidad que conduce Gabriel Felizia entienden que avanzar con los buques que se encuentran fuera de servicio en la terminal marítima local permitiría liberar y recuperar espacios operativos para embarcaciones en actividad, beneficiaría la generación de arrecifes en las profundidades y favorecía la biodiversidad, además de generar un atractivo turístico para los adeptos del buceo deportivo.

"Tenemos que analizar mecanismos para recuperar espacios hoy ocupados por cascos inactivos. Las opciones son desguazarlos o hundirlos en el parque submarino", consideró Felizia ante la necesidad de disponer de mayor frente de amarre para los barcos que recalan en el Puerto, tras un cónclave que mantuvo con distintos representantes de organismos públicos, del sector privado, académicos y organizaciones ambientalistas.

Felizia asumió su cargo en abril pasado con la premisa de liberar los muelles que desde hace años están bloqueados y de dar forma a un puerto sustentable. El hundimiento de esos buques podrían contribuir en lo turístico para formar el parque submarino más grande del país. 

La subsecretaria de Agricultura, Ganadería y Pesca bonaerense, Carla Seain, participó de este encuentro, reconoció la preocupación que existe por la necesidad de espacios operativos que tiene el puerto marplatense y consideró interesante la posibilidad de despejar muelles mediante el traslado de algunos de estos cascos para que en el fondo del mar aporten a un atractivo turístico. “Es importante trabajar juntos para que el proyecto fluya”, remarcó.

El Parque Submarino Cristo Rey nació en 1981 con el hundimiento del barreminas “Cristo Rey”, en cercanías de La Restinga, frente al faro de Punta Mogotes. En 2014 se incorporó el pesquero “Kronomether”, de origen ruso y que había permanecido abandonado en el puerto local durante casi dos décadas.