Montenegro insiste con el pedido para la desafetación patrimonial de las fachadas del exhotel Lafayette

Al igual que en julio, el intendente volvió a pedir al Concejo Deliberante la medida para que pueda avanzar una inversión privada sobre el histórico chalet. "Su precario estado edilicio lo ha despojado de su identidad", señaló.

15 de Enero de 2021 13:53

Por Redacción 0223

PARA 0223

El intendente Guillermo Montenegro insistió con el pedido al Concejo Deliberante para avanzar con la desafectación de interés patrimonial de las fachadas del exhotel Lafayette, que desde hace años permanece en completo estado de abandono.

En julio, el jefe comunal ya había hecho la misma presentación al cuerpo deliberativo pero, al no obtener respuestas de los ediles, volvió a elevar la solicitud en las últimas horas para que pueda avanzar la inversión que proyecta en el histórico chalet la empresa "Torre Falucho S.A".

La propiedad de Falucho esquina Entre Ríos fue inicialmente declarada de interés patrimonial por la ordenanza Nº 10.075; posteriormente fue desafectada de esa condición por la ordenanza Nº 14.612 y luego, en 2018, la ordenanza la Nº 18.696 declaró sólo las fachadas de interés patrimonial, incorporándolas al Anexo I de la 10.075.

Tiempo después, la Ordenanza Nº 18.696 fue modificada por la otra ordenanza que designó a la Secretaría de Planeamiento Urbano como la encargada de precisar las fachadas a preservar, pero más tarde fue vetada íntegramente por el Decreto Nº 129/10.

La casa donde funcionó el hotel integra la categoría “C” de bienes de preservación patrimonial, conformado por aquellos inmuebles que se encuentran aislados, dispersos y susceptibles de protección por su singularidad asociada a valores estéticos, arquitectónicos y/o histórico-sociales.

El Gobierno de Guillermo Montenegro justificó el reciente pedido a los concejales al señalar que "su precario estado edilicio lo ha despojado de su identidad, haciéndole perder significado en su faz arquitectónica, y carácter en su referencia barrial".

"Mantener las fachadas segregadas del resto de la composición volumétrica y formal de la obra, como una mera pantalla carente de contenido testimonial, solo conduciría a forzar una relación discordante con cualquier edificación que pretenda construirse en ese lugar", advirtieron en el expediente al que tuvo acceso 0223.

La obra representa una construcción de 1893 y constituye uno de los pocos bienes de fines del siglo XIX que quedan en pie en Mar del Plata. Además, a pesar de que sufrió algunas modificaciones, es también una de las primeras edificaciones de estilo pintoresco inglés que se hicieron a nivel local. 

De qué se trata la nueva inversión privada

El proyecto de "Torre Falucho S.A", según se consginó desde el oficialismo, "propone una edificación de semiperímetro libre, que vuelca sus visuales principales hacia un espacio de uso comunitario, que reemplaza los telones de fachadas desestructuradas, por una plaza seca de acceso público desarrollada en la porción más larga del terreno, por delante del acceso del edificio proyectado, el cual a su vez reserva un corredor longitudinal trasero para entrada vehicular, que genera un espacio fuelle medianero que se 'despega' los tres cuerpos del edificio lindero ubicado sobre calle Entre Ríos".

"El planteo propone de esta manera, un objeto arquitectónico de continuidad volumétrica, estética y visual, cuya altura y magnitud resultan concordantes con las de los edificios erigidos en la zona, generando aperturas capaces de garantizar buenas condiciones de habitabilidad de los espacios en función de requerimientos de saneamiento ambiental de las unidades propias y linderas", destacó el Gobierno.

La iniciativa también prevé dos locales comerciales en planta baja, seis unidades de departamentos (de uno, dos y tres ambientes) en cada uno de los pisos de sus nueve plantas, complementados con dos subsuelos de cocheras, y un salón de usos múltiples en la terraza, totalizando 7.217,89 m2 de superficie cubierta y 677,07 m2 de semicubierta, según surge de los planos del anteproyecto que presentó la empresa constructora.

"Desde lo constructivo, la obra conjuga cualidades que aportan al medio una edificación reglamentaria, que además de elevar los estándares de la construcción calificando y cualificando la oferta inmobiliaria de la zona, reemplaza la porción de fachadas desagregas de un bien patrimonial degradado, por un área de esparcimiento abierta que mejora las condiciones del espacio público", ponderó el Ejecutivo.

Las autoridades locales entienden que también habría un beneficio desde el punto de vista urbanístico por el "avance de las áreas descubiertas que se expanden hacia el espacio público, aportando al tejido urbano una apreciable descompresión que sin dudas colaborará en el sostenimiento de una relación armónica respecto del medio de inserción".

"La obra genera aperturas físicas y visuales en varias direcciones, amplía los retiros establecidos por la norma, evita las medianeras expuestas, y favorece manifiestamente las condiciones ambientales de las parcelas propias y linderas, en abierta oposición a lo que comúnmente sucede con otras construcciones de su tipo", concluyeron.