Ni fase 2, ni fase 3: fase Mar del Plata

En medio de un aumento de la tensión con la provincia y la nación, el intendente, con su estilo, eligió el camino sobre cómo actuar en esta etapa de la pandemia.

Montenegro no condenó la rebelión de los sectores comerciales y productivos de Mar del Plata.

2 de Junio de 2021 21:21

Guillermo Montenegro no cree que Mar del Plata tenga que estar en fase 2. No escribirá un tuiter para declararse “rebelde”, no hará declaraciones en contra del gobernador o el presidente como hicieron otros intendentes de su espacio, pero desde el mismo viernes que el jefe de Gabinete Carlos Bianco anunció el retroceso de fase de General Pueyrredon tomó la decisión de actuar según su convencimiento y no de acuerdo a lo que dispone la normativa. Hoy Mar del Plata, a excepción de las clases presenciales, mantiene en marcha las mismas actividades que tenía hasta antes del confinamiento.

El intendente no impulsa la “rebelión”, pero tampoco la condena. En las últimas horas ensayó un argumento cuando le preguntaron por los controles en una entrevista televisiva. “El recurso es uno y vamos a controlar en la clandestinidad o en cualquier lugar que no se cumplan los protocolos, porque también puede haber una actividad esencial en la que no se cumplan los protocolos”, dijo Montenegro en diálogo con Telediario.

Desde su entorno pasan esa frase un tanto ambigua a una afirmación más precisa: “En los comercios y restaurantes se cumplen los protocolos. No hay desbordes. Es más: a las 20.30 la ciudad se apaga, es poca la gente que circula”.

Para contrarrestar, el intendente y su equipo siguen haciendo foco en las fiestas clandestinas. Montenegro repitió en otra entrevista que Mar del Plata es la ciudad de la Argentina en la que mayor cantidad de fiestas clandestinas se desarticularon. “Y no es porque seamos la ciudad en la que más hay, es porque nosotros ponemos los recursos ahí”, insistió un funcionario de confianza del intendente.

En medio de todos los debates, el intendente anunció que tanto él como los principales funcionarios de su gabinete donarán el medio aguinaldo. El impacto económico es nulo (estiman que será alrededor de 1,4 millones de pesos, en una ciudad con un presupuesto que supera los 20 mil millones), pero para el jefe comunal es un "gesto" de la clase política hacia los esfuerzos de la ciudadanía. 

De todas las restricciones que establece la fase 2 dispuesta por el gobierno provincial el regreso a la virtualidad educativa es la de mayor cumplimiento. Al menos por ahora. El Colegio Albert Einstein impulsó una acción de amparo para que permitan a los alumnos de ese establecimiento volver a las aulas.

En el municipio, que habían planteado su decisión de no judicializar las medidas del DNU presidencial, miran atentamente la definición de este caso. Al igual que con el funcionamiento de bares, restaurantes, shoppings y gimnasios, Montenegro cree que las escuelas no son foco de contagio. “Los casos de chicos de jardín y primaria infectados son ínfimos”, marcan desde su entorno. Pero en este caso el municipio no tiene el poder “inspectivo”.

La posibilidad de que Nación y Provincia cambien de postura respecto a la presencia de los chicos en las escuelas parece lejana. “El propio Trotta marcó que en lugares donde haya más de 500 contagios cada 100.000 habitantes los chicos no van a volver a las aulas. No toman en cuenta esa población específica, sino la situación general”, explicaron desde el municipio.

¿Qué pasa si la justicia falla a favor del Einstein? “Eso abre un panorama distinto. Lo estudiaremos”, reconocieron. En principio, el fallo aplicaría solo al establecimiento que realizó la presentación. Es esperable que detrás del Einstein vayan otros establecimientos privados con idénticos argumentos. Si la Justicia utiliza el mismo criterio (tampoco eso es lineal, jueces distintos pueden analizar el caso de manera distinta) la realidad de la presencialidad educativa en la ciudad también podría cambiar.  

El retroceso de fase de Mar del Plata volvió a profundizar las diferencias entre el municipio y la provincia y la nación. Tras el cambio de criterio para definir los distritos que se encuentran en alarma epidemiológica, en el gobierno local guardaban la esperanza de que la Provincia pudiera ver las estadísticas de manera distinta. Pero no: Bianco confirmó que respetarían a rajatabla la disposición nacional.

 

Tras la conferencia del jefe de Gabinete tambaleó la idea que deslizaron en el oficialismo local respecto de que la medida era contra Mar del Plata. Incluso, luego del anuncio algunos concejales repitieron esa teoría. Los números fueron contundentes: 121 de los 135 municipios bonaerenses quedaron en fase 2.  El propio Montenegro lo relativizó: “El cambio afectó a Mar del Plata. También a otros distritos, pero yo me preocupo por los marplatenses”. Con el cuadro completo sobre la mesa, cerca del intendente creen que la sutil modificación de la “o” por la “y” fue la herramienta que encontraron para “sostener el confinamiento luego de los 9 días”.

Con el inicio de la fase 2, las diferencias entre el municipio y los referentes locales del gobierno provincial se acrecentaron. Antes del confinamiento, Montenegro había aprovechado para pedir que esos 9 días se aprovechen para vacunar a la población. En las últimas horas, después de que la provincia enviara un millón de turnos, la concejal Marina Santoro recogió el guante y le reprochó al Ejecutivo local no haber hecho ningún tipo de campaña para fomentar que la población se inscriba.

 

Sin embargo, la mayor tirantez se vive con las autoridades de Zona Sanitaria VIII. El martes, en la reunión del Comité Operativo de Emergencias, que coordina el titular de la región Gastón Vargas, se analizó la situación de la ciudad y se resolvió hacer un comunicado. La  subsecretaria de Salud, Carina Conde, lo llamó al intendente para comentarle la idea. “Iban a hacer un comunicado para pedir a la población que refuerce lo cuidados y nos pareció bien acompañar”, señalaron fuentes municipales.

Cuando leyeron el comunicado que querían difundir vieron que el contenido era otro: hablaba de una situación insostenible y reclamaba a los organismos encargados del control que verifiquen el cumplimiento de las restricciones. Un golpe directo al municipio que, lógicamente, no iba a acompañar con su firma.

La respuesta llegó de inmediato. Este miércoles, el concejal del Pro Agustín Neme metió un pedido de informes para saber por qué desaparecieron 21 camas de terapia intensiva del tablero de gestión de camas del Ministerio de Salud. El lunes 31 de mayo figuraban 196 y el martes 1 de junio, 175.

Vargas no había iniciado bien la semana. En uno de los centros de vacunación que coordina la provincia se anunció que Mar del Plata había comenzado a vacunar a pacientes de entre 18 y 59 años sin comorbilidades, algo que llamó la atención porque recién se inicia el proceso para vacunar a quienes tienen comorbilidades dentro de ese rango de edad. El titular de la región sanitaria intentó, primero, relativizar la confirmación y dijo que se dieron algunos turnos en ese vacunatorio específicamente. Luego, en una entrevista televisiva, dijo que fue un error de la turnera.

Este miércoles salió a responder por la diferencia de camas. “Muchas clínicas declaran las camas que tienen de terapia en unidad coronaria y sabemos que ahí no habrá nunca un paciente Covid internado. Justamente en el Comité de Emergencia lo que hacemos es poner bien en claro el número. Quizás hay menos en número ahora porque estamos tratando de optimizar en toda la provincia la cantidad de camas reales”, dijo en diálogo con LU9. La explicación tuvo gusto a poco, porque el sistema de gestión de camas contabiliza todas las camas UTI, no solo las destinadas para Covid.

¿Cómo seguirá la situación? No hay perspectivas de que se produzcan grandes cambios. Para volver a fase 3, Mar del Plata debe acumular dos semanas con un promedio 234 casos diarios. Para llegar  con ese promedio al 11 de junio (cuando se vence el actual DNU), debería tener en los próximos 9 días poco más de 100 contagios por día. Imposible. Tampoco se vislumbra un cambio sustancial en las restricciones: los contagios a nivel país aún no ven el impacto del confinamiento. Así, la esperanza está centrada en la llegada de vacunas que, afortunadamente, se aceleró y permite ver la luz al final del túnel.