Organismos de DDHH cuestionan la demolición de Villa Joyosa

Abuelas de Plaza de Mayo Fillial Mar del Plata junto a la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y víctimas del Terrorismo de Estado del Centro y Sur de la Provincia de Buenos Aires, Apdh Regional Mar del Plata, Hijos Resiste el Colectivo Faro de la Memoria y Camus elevaron una carta al intendente Guillermo Montenegro en la que solicitan tener un detalle de las razones que llevaron al Ejecutivo a ordenar la demolición de Villa Joyosa, espacio en el que funcionó un centro de detención clandestino denominado "Clínica de Rehabilitación" durante la última Dictadura Cívico Militar.

"Nuestro requerimiento se funda en el hecho que previamente habíamos sido contactados por la Defensoría del Pueblo para saber si ese lugar había estado involucrado en hechos acaecidos durante el Terrorismo de Estado y habíamos contestado informando que había testimonios de ex detenidos desaparecidos que narraban su estadía en un sitio que posiblemente es el determinado inmueble", señalaron en el texto al que tuvo acceso 0223.

Según indicaron , es "preocupante" que se tomen determinaciones de este tipo sin consultar previamente a la Justicia Federal que lleva adelante desde el año 2000 las averiguaciones sobre los hechos ocurridos en esos años y que tampoco se de intervención a la Dirección de DDHH de la Provincia ni a la Secretaría de Nación que podrían haber documentado todos los espacios del edificio previo a su demolición.

"Nos interesa saber si previo a la demolición se tomaron fotografías de los espacios interiores del inmueble o se tomó algún otro tipo de prevención dado el hecho de estar destruyendo un espacio que sería prueba en juicios", aseguraron.

Construida en 1916 por Roberto Soto Acebal, Fontana y Cremonte, como una lujosa casa de veraneo con vista al mar a metros de Parque Camet, Villa Joyosa se convirtió, con durante la última Dictadura Cívico Militar en un "centro de rehabilitación" clandestino que llegó a tener fama internacional
debido a la detención de una adolescente extranjera.

El caserón cobró notoriedad pública a principios del año 1984, cuando el ex cabo de Marina, Raúl David Villariño, comenzó a denunciar los asesinatos cometidos por esa fuerza. Entre varias notas publicadas en la revista La Semana, una fue dedicada a la Villa donde el arrepentido dice haber visto con vida a la joven sueca Dagmar Ingrid Hagelin, detenida desaparecida en 1977.

En 1983 fue casa de té, y, un año más tarde se transformó en un boliche bailable y confitería cuya cara visible era el ex vicepresidente Amado Boudou. en la que se realizaron exorcismos para "ahuyentar malas energías". Desde la década del 90 se encontraba abandonada y era habitada por personas en situación de calle.