Otra mujer trans denunció que fue perseguida y detenida por la policía cuando iba a su casa

Una mujer trans denunció que fue agredida, insultada y detenida por policías que la interceptaron caminando por la calle, sin un motivo que ameritara semejante despliegue. Según detalló este martes Juana, la víctima, el hecho ocurrió en la noche del domingo, mientras caminaba por las inmediaciones de la vieja terminal de ómnibus, con destino a su casa. Fue en ese momento en el que creyó ver que se acercaba una patrulla municipal y, asustada por los antecedentes de persecuciones que desde hace varios días vienen denunciando trabajadoras sexuales, atinó a tomar su teléfono celular, abrir la cámara y comenzar a correr.  

Frente a esa actitud, el móvil la siguió y la detuvo a los pocos metros. Recién ahí comprobó que en realidad se trataba de un patrullero de la policía bonaerense, a cuyos efectivos les explicó que se había asustado. Ellos, por su parte, le señalaron que firmarlos constituía un delito y, pese a que ella les aclaró que “es la única herramienta” que tiene para “defenderse”, le quitaron el celular. Entonces, comenzó la requisa: según dijo, le pidieron que se identificara y la trasladaron esposada a bordo de la camioneta de la fuerza, bajo el argumento de que había cometido resistencia a la autoridad. Para ello -aseguró-, le practicaron una llave para reducirla y casi la asfixiaron al tomarla del cuello con fuerza.

De acuerdo al relato de Juana, los maltratos continuaron a bordo del patrullero y una vez que arribaron a la comisaría, en donde la obligaron a desnudarse para ver si escondía estupefacientes y luego, le hicieron borrar los videos. “Corrí porque me asusté al verlos bajar del patrullero muy agresivos y ellos eso es resistencia a la autoridad; razón suficiente para correrme, maniatarme y llevarme detenida. Pero yo soy argentina. A las migrantes las picanean, directamente”, advirtió esta mañana en medio de una protesta que se realizó frente al municipio para exponer esta situación. 

Por último, consideró que la población trans comenzó a ser blanco constantes persecuciones desde que entró en vigencia la ordenanza que prohíbe la oferta sexual por fuera del sector cercano a los cementerios, el elegido para esa actividad y al que las trabajadoras se rehúsan a ir. “Esa ordenanza le dio más poder a la policía, que trabaja con el COM: apenas ven a una trans en la calle, desde el Centro de Monitoreo le avisan a la policía y salen a buscarnos”, aseveró.