Sandra Mihanovich y el poder sanador de la música

Cuentan que cuando Sandra Mihanovich y Lito Vitale escucharon la obra inédita "Bendiciones" de la rosarina Sandra Corizzo, no dudaron en dar ese nombre a su proyecto (esa más una serie de hermosas canciones versionadas que tanto Lito como Sandra hacen suyas desde el primer acorde).

“Para mí la música es una bendición. Encontrarme con Lito Vitale para grabar este disco es para mí una bendición; tener ahora la posibilidad de llegar a los encuentros presenciales con el público de nuevo es otra bendición para mí”, comienza diciendo Sandra Mihanovich en diálogo con 0223. Y agrega: “Cuando Sandra Corizzo, que es la autora de la canción, me la ofreció, estábamos recolectando canciones latinoamericanas, folclóricas, argentinas para el disco. Y, primero, me encantó la canción, segundo, dije ‘qué golazo’ que se va a llamar "Bendiciones" el disco y que es justo lo que sentimos y lo que queremos proponer”.

-Puede pasar que esas “bendiciones” solo se piensen para el que escucha su música, pero lo cierto es que también son bendiciones para ustedes, quienes pueden darse ese gusto de compartir la música con amigos, inclusive como algo sanador, sobre todo pensando en lo que ha pasado en este tiempo de pandemia….

-Claro, porque yo digo todo el tiempo que la música es sanadora, la música es absoluta y totalmente sanadora para todos. Sin dudas para los que la hacemos, pero también es para todos. Nos acompaña en la vida, nos ayuda a hacer catarsis, nos permite comunicarnos, decir lo que sentimos. Nos permite crecer, llorar. La música es absolutamente valiosa y creo que aquel que tiene música cerca de su vida tiene más posibilidades de ser feliz que el que no la tiene. Yo diría que cada uno tiene que buscar, apuntar y encontrar aquella música que lo identifica, que le gusta y que lo ayuda.

-Facundo Cabral, con todo respeto, contaba que “un cantor valía por dos sacerdotes”…

-Totalmente. Y también se dice por ahí que cantar es rezar dos veces. Es algo maravilloso.

Sandra Mihanovich disfruta del público marplatense y asegura que son muchas las expectativas para la próxima presentación en la ciudad. “Siempre que puedo voy a Mar del Plata. Es un público muy melómano y entonces cada vez que tengo la oportunidad de ir lo aprovecho” sostiene.

"Bendiciones" ya ha sido presentado, pero la energía se comparte como si fuera la primera vez. Los temas elegidos cruzan toda Latinoamérica y uno, al escucharlos, no solo disfruta de la música, sino que encuentra personalidades, idiosincrasias y paisajes. Es así que el disco repasa canciones de distintos autores versionadas por ellos, pero también cuenta con artistas invitados como Soledad Pastorutti, Pedro Aznar, Marian Farías Gómez, Sandra Corizzo, Vane Mihanovich (que compuso las primeras canciones que Sandra cantó) y Sol Mihanovich, su sobrina, entre otros.

Pensando el disco, Mihanovich enfatiza en que “Sin dudas la música, además, es una muestra de identidad de cada artista, pero también de su lugar y de su música”. Y ejemplifica con material del propio disco: “Cuando agarrás 'La jardinera' de Violeta Parra, la estás conociendo a ella, y estás sintiendo a esa mujer tan sufrida y al mismo tiempo tan irreverente, tan irónica, tan simpática. Porque La jardinera es una canción que aparenta ser una canción muy light y muy alegre, pero sin embargo te está diciendo ‘no voy a dejar que crezcan las raíces magras, las espinas más gruesas para arrancarte de mí’. Es decir que quiere olvidarse de ese amor. O ese mundo mágico de Chabuca Granda, con toda esa magia peruana que es extraordinaria, que es como un sueño lo que ella escribe y describe y lo hace con una exquisita poesía. O la poesía de Marta Gómez, que es una joven más chica que yo y que canta La esperanza canta, donde se describe a las mujeres latinoamericanas, a esas mujeres muy pobres que piden muy pequeños préstamos, pero que son las que más cumplen a la hora de devolver lo que han pedido prestado y les canta “la esperanza canta” porque esas mujeres están a la par de la esperanza, porque por eso piden, por eso dan, por eso hacen…”

Los argentinos elegidos fueron tres fundacionales de nuestra cultura. Tres que en el 2021 hubiesen cumplido cien años: Ariel Ramírez, Astor Piazolla y Jaime Dávalos.

-Viendo todos los que se han juntado para llevar adelante este lindo proyecto, ¿sentís a la música como algo más “amiguera” o como algo más de solitarios?

-Lo vivo de las dos maneras. Pero más amiguera me parece. A mí la música me salvó desde siempre. Desde chiquita yo cantaba. Yo vengo de una familia de músicos. Los encuentros de los Mihanovich siempre son con música, no importa quién cumple años o qué festejamos, pero tenemos que cantar, cada uno canta lo que sabe, lo que quiere y lo que puede.

Sandra viaja hacia el pasado, su pasado: “Yo de chiquita cantaba, la tía Sonia me llevaba de la mano para que cantara delante de sus amigas. Y a mí me encantaba, porque yo le preguntaba: ‘Tía ¿cuándo viene el show?’. No era una nena a la que obligaban a estar ahí, para nada. Y después, cuando vino la guitarra y la toqué por primera vez, fue encontrar una aliada inconmensurable; por otro lado, una armadura también, una protección extraordinaria”.

-Si las palabras pueden crear mundos, ¿qué crea la música?

-Yo creo que la música crea el mejor mundo. El mundo que se conecta con nuestra espiritualidad, con todos los aspectos de la vida al mismo tiempo, no solo es espiritual sino también material. Creo que es una de las partes más lindas de la vida. Muchos pensadores y filósofos han dicho cosas maravillosas de la música, como que la vida sin música no tendría sentido y un montón de cosas así. Yo creo que, insisto, necesitamos tener música en nuestra vida e identificar la nuestra es una tarea preciosa.

Pero en el show de presentación de "Bendiciones" no solo se encontrará uno con las nuevas canciones, sino también con la posibilidad de recordar aquellas históricas como Soy lo que soy o Puerto Pollensa.

“Sí, totalmente. Hay asombro, hay sorpresa, hay emoción. Estos encuentros con Lito son una maravilla total. Lito es un músico tan enorme, tan mágico. Siempre fue así cuando tocamos juntos, esto siempre nos pasó, pero ahora con este proyecto compartido está potenciado. Entonces yo escucho y él escucha y es una sensación de verdad de hacer el amor. Es un ida y vuelta muy potente” asegura Mihanovich ante la pregunta sobre si aún Lito Vitale la sorprende sobre el escenario como a nosotros al escucharlo.

-¿Y cuánta de esa seguridad que uno puede ver de ustedes sobre el escenario hay en sus propias vidas?

-Bueno, la vida tiene sus volteretas. Yo creo que de lo que tenemos certezas, por lo menos yo tengo esa certeza, es sobre el enorme privilegio que implica esto de hacer lo que a uno le gusta. Y que esto sea tan sanador. Entonces, eso es algo que te acompaña constantemente y cuando la vida tiene esas volteretas que te dejan medio mal parado, es absolutamente maravilloso saber que uno está en el camino que uno eligió, y que ha podido compartir y que se ha podido ganar la vida. Yo me tatué en el brazo la palabra “gracias”. Me sobrepasaba la necesidad de decirlo, entonces más que decirlo lo tuve que tener impreso en el cuerpo, porque tengo un agradecimiento profundo por todo lo que me ha tocado vivir y por cada oportunidad extraordinaria que he vivido. Sin dudas, esa sensación de felicidad que te da el ser agradecido también me da seguridad en la vida y en todo.

Es interesante pensar que esa palabra “gracias” no solo conlleva gratitud, sino que también se puede leer como don. Aquel donde uno puede reconocerse y compartir. Lito Vitale y Sandra Mihanovich compartirán con su público este próximo sábado 23 de julio a las 21.00 en el Teatro Roxy sus nuevas canciones con la energía y el poder sanador de siempre.