Lucía Cass presentó su primer libro de cuentos: No te mueras dos veces

El primer libro de cuentos de Lucía Cass reúne diez relatos cruzados por la muerte y las lágrimas. Son textos fuertes que dejan preguntas a la hora de la experiencia de lectura.

El arte de tapa es de la artista española Alejandra Caballero.

29 de Octubre de 2023 09:23

No te mueras dos veces (Vinciguerra / Nuevo Cauce – 2023) es el primer libro de cuentos de Lucía Cass. Diez cuentos intervenidos por la muerte y el llanto. Bien se anticipa en el prólogo escrito por la poeta Evangelina Aguilera, “Todos son los temas de No te mueras dos veces. Y en todos ellos sobrevuela la muerte como personaje constante y principal”. Hablamos de diez ficciones que atraviesan al lector provocando una intensa experiencia de lectura.

“Cuando tuve el libro en mis manos, recién me di cuenta de que había escrito un libro. Además de que me sentía muy cómoda en el proceso de producción. Era yo en mis historias, sin que alguien, ni siquiera, me conteste. Era mi mundo chiquitito, era perfecto. Pero, ya después, fue cambiando todo de a poco”, sostiene la autora sobre su obra prima.

-Pero, ¿qué era lo que más te preocupaba de todo lo que estaba pasando?

- Estaba todo el tiempo corrigiendo, reviendo lo que había hecho. Corregía las pruebas de galera, es decir, el original que iba a salir en forma de libro, y no podía más. Hasta una noche en que lo escuché a Dolina en una entrevista. Ahí, él decía que uno está pensando todo el tiempo en que lo que hiciste lo podés hacer mucho mejor. Y ponía como ejemplo a los escritores. Dolina decía que hay escritores que piensan que pueden escribir algo mejor que lo que han escrito, pero lo guardan. Ellos buscan hacernos creer que se tiran a menos, que nos dieron un libro, pero que lo mejor lo guardaron para otra oportunidad. Como si se reservaran algo sustancial para una posteridad que no existe. “Eso guarda, en realidad, una gran soberbia”, dijo Dolina. Y eso me pareció terrible, sentía que me lo decía a mí. Me despreocupé, me di cuenta de que, en la temporalidad que estoy de mi vida, este es el mejor libro que podría haber escrito. Corregí y mandé las pruebas.

- ¿Por qué en ese orden? ¿Cómo lo decidiste?

- Me interesaba la tensión y la atención del lector. Yo conozco los cuentos y sé que hay algunos más poderosos que otros, por eso, por ejemplo, decidí empezar por Invasión, guardando algo más fuerte para el segundo o el tercero, Pocos destinos posibles o Boca de pez, respectivamente. Lo único que sabía era que No te mueras dos veces, el que da título al libro, iba último.

- ¿Por qué?

- Porque es el que le da razón de ser a todo el libro. Además, fue el último que escribí y quería que ofreciera un cierre. En él aparece la frase textual, lo declara. Entonces, si el libro partía de alguna pregunta, quería que la respuesta estuviese al final.

- ¿Y qué te respondió a vos el libro?

- Uff, para mí, a pesar de la muerte que está presente en todo el libro, rondando implícita y explícitamente, tiene que ver con reinvidicar la vida. En realidad, este libro surge después de dos muertes que me atravesaron bastante en lo personal. No te mueras dos veces es revocar esas muertes, si existe la muerte física, que no exista otro tipo de muerte también. Fue también hacer un duelo, reivindicar la vida y que queden inmortalizados acá. De hecho, está dedicados a ellos. Que sirvan para pensar que existen otras formas de morirse.

Ilustrada con una imagen de la artista española Alejandra Caballero, No te mueras dos veces es producto de un largo proceso de trabajo y de lecturas. “Fue un tiempo maravilloso, pero por momentos desolador”, dice Cass. Y agrega, “Todo el tiempo estaba la autocrítica presente y eso generaba que lo sufriera bastante. Todo el tiempo pensando si estaba usando el recurso literario acertado o si había logrado la voz, en fin. Por eso, cuando recibí el libro físico, tardé quince días en leerlo de nuevo por miedo a encontrar algo que podría haber escrito mejor. No, diría Dolina, esto es lo mejor que podías hacer en este tiempo de tu vida”.

No te mueras dos veces tiene a la muerte como protagonista, pero también al llanto, a las lágrimas. Siempre me gustó esta definición: Lágrima, Gota que muere evaporándose después de dejar testimonio. Caben ahí, entonces, las lágrimas de Alicia en Invasión, de Clara buscando explicación en Boca de Pez, las que brillan por su ausencia en los ojos de Tadeo en Mantequita, las lágrimas por impotencia que aparecen en Como un juego de ajedrez o las de Acopio, esas lágrimas de alguien que ha descubierto algo que prefiere olvidar y no puede.

En No te mueras dos veces, Lucía Cass logró transformar esas lágrimas en pensamiento y en narración.