En Villa Gesell dicen que "todavía no son claras" las muertes de perros intoxicados tras ir a la playa

Autoridades de Zoonosis desmintieron a directivos del Colegio de Veterinarios y aseguraron que aún no está confirmada la presencia de la babosa "mataperros" en su costa.

Profesionales habían asegurado que la Pleurobranchaea maculata provocó la muerte de tres canes en Gesell.

2 de Febrero de 2023 16:23

Por Redacción 0223

PARA 0223

Autoridades de Villa Gesell reconocieron este jueves que “todavía no son claras” las causas que derivaron en la intoxicación y muerte de tres perros después de haber ido a la playa, después que veterinarios atribuyeran estos cuadros a la presencia de una babosa marina altamente tóxica.

La Dirección de Zoonosis de la vecina ciudad aclaró que “aún no hay registro de presencia en costa/playa” de Pleurobranchaea maculata, conocida mediáticamente como la babosa invasora “mataperros”.

“Los casos de intoxicación que todavía no son claros, porque no se sabe que ingirieron en las playas de Villa Gesell pueden ser de animales en descomposición o toxinas que se están analizando de ciertos animales marinos”, explicaron en el gobierno de Gustavo Barrera.

El comunicado oficial de Zoonosis en Gesell.

Directivos del Colegio de Veterinarios del Distrito 4 habían atribuido la sucesiva muerte de perros en la Costa Atlántica a la babosa de mar moteada, a partir de los “arribazones” que se formaron este verano sobre la orilla de muchas playas.

“Cuando se encuentran con poblaciones de hidrozoos, los animales pueden ingerir accidentalmente estas babosas y eso hace que se intoxiquen fuertemente”, había dicho a 0223 el presidente de la institución, Walter Luján (M.P 6200).

Hay estudios que indican que las babosas moteadas almacenan tetrodotoxina (TTX), una neurotoxina altamente peligrosa, y por eso se considera a la Pleurobranchaea maculata como una especie "invasora". Se estima que la ingestión de tan solo 1-2 miligramos de TTX puede ser mortal para los humanos.

El primer registro de una babosa “mataperros” en Argentina se dio en octubre del 2009, en el puerto de Mar del Plata. También hubo reportes de su presencia en la zona del Golfo San Matías, Golfo San José y el Golfo Nuevo.

El pequeño animal, de entre 2 y 15 centímetros, es originario del sudeste de Australia y de Nueva Zelanda, donde hace poco más de una década también causó la muerte de varios perros y puso en alarma a las autoridades neozelandesas.