Muerte de Lucía Pérez: pidieron la absolución de Matías Farías

Lo hizo su defensora oficial, María Laura Solari, quien centró su alegato en que la adolescente era consumidora de estupefacientes y en que mantuvo relaciones sexuales consentidas con Farías. También disparó contra la primera fiscal del caso, a quien acusó de haber provocado la condena social y emocional con su accionar “inaceptable e irresponsable”. 

Matías Farías siguió la audiencia de alegatos por videoconferencia. Foto: archivo 0223

28 de Febrero de 2023 10:33

Por Redacción 0223

PARA 0223

La segunda jornada de alegatos en el segundo juicio por la muerte de Lucía Pérez (16), comenzó con la exposición de María Laura Solari, defensora oficial de uno de los acusados, Matías Farías, quien pidió ante el Tribunal en lo criminal N°2 la absolución de su defendido de la acusación de los delitos de abuso sexual agravado por mediar violencia de género. Su alegato se centró en que la víctima era consumidora de estupefacientes y que mantuvo relaciones sexuales consentidas con Farías. A su vez, adelantó que en caso de que su defendido sea condenado a prisión perpetua, planteará la inconstitucionalidad de la pena.

El accionar de la fiscal Sánchez, otra vez en la mira

Poco después de las nueve de este martes, Solari inició su discurso con durísimas críticas a la primera fiscal que tuvo el caso, María Isabel Sánchez, a quien acusó de haber generado “un enorme e inconmensurable dolor” a la familia de Lucía, al decir en una “inaceptable e irresponsable” conferencia de prensa que la menor había muerto producto de un abuso “inhumano” y que había incluido un empalamiento. 

“No se movió de su casa, no fue a la sala de salud ni a la junta médica”, cuestionó la defensora oficial, quien, si bien dijo no ser “grato hablar en estos términos de una colega”, recalcó que todos sus “incumplimientos funcionales” derivaron en la condena social de su defendido, Offidani y Alejandro Maciel, ya fallecido. 

Según Solari, los dichos “irresponsables” de Sánchez generaron una lógica indignación a nivel nacional e internacional y “todas las miradas se volvieron hacia esos empaladores”, que fueron objeto de una “condena social y emocional irrecurrible e irrevocable” pero sin pruebas en las cuales sustentarse. “La emoción, la indignación no recorre el camino del debido proceso, lo preceden”, enfatizó

María Isabel Sánchez, la primera fiscal que actuó en la causa por la muerte de Lucía Pérez. Foto: archivo 0223

No obstante, Solari admitió que, “aún si hubiera habido una investigación eficiente, no habría arrojado un resultado diferente” y coincidió con el fiscal Leandro Arévalo en que se “han perdido pruebas por la irresponsabilidad” de Sánchez. “Sobre las acciones e inacciones (de Sánchez) podríamos hablar horas, escribir un libro sobre lo que no debe hacer”, fustigó.

“No se le puede perdonar el inconmensurable dolor que provocó a sus familiares y amigos al decirle que había sufrido una agresión sexual inhumana. ¿Cómo no vamos a empatizar con esta familia? ¿Cuál fue el costo de su accionar? Cero. Sigue caminando por los pasillos de tribunales como cualquiera de nosotros”, apuntó.

 

Consumo de estupefacientes y relaciones sexuales consentidas

En ese sentido, luego de aclarar que comparten la “preocupación de la querella” y también “anhelamos una justicia libre de misoginia”, Solari ratificó el principal argumento de su defensa: sostuvo que Lucía mantuvo relaciones sexuales con Farías de forma consentida y tampoco había sido obligada a consumir cocaína y marihuana. “Somos siete abogadas que estamos en la defensa y estamos lejos de respaldar la justicia patriarcal. Pero, aún siendo sumamente respetuosa de la perspectiva de género, (eso) no puede llevarse por delante el estado de derecho”, definió.

Para Solari, las acusaciones son “falsas” pero “no existe ni existirá forma de borrar esa idea” del pensamiento colectivo. “Lucía era una chica libre, hermosa, desprejuiciada que tomó libremente y sin ninguna presión la decisión de encontrarse con Farías, a quien conocía el día anterior. Surgió onda entre ellos y decidieron pasar un buen momento juntos”, planteó.

En esa línea, la defensora de Farías subrayó que la adolescente había consumido cocaína y marihuana desde el día previo a su muerte, y remarcó que las presuntas lesiones que presentaba el cuerpo de la chica fueron producto de haber mantenido relaciones sexuales durante mucho tiempo y en reiteradas oportunidades.

Luego de cuestionar la opinión de la ginecóloga de la adolescente, quien durante el juicio había sostenido que su paciente presentaba lesiones propias de un abuso sexual, Solari consideró que “los acusadores no tienen caso, no tienen absolutamente nada y por eso debieron agarrarse a los vulgarmente llamados manotazos de ahogado”.

Solari, más adelante, relató la historia personal de Farías, quien -dijo- es hijo de un padre alcohólico y fue abandonado por su madre en la casa de un conocido. Su crianza, entonces, quedó en manos de una tía y esto lo produjo un "retraso madurativo y emocional", que derivó en su consumo de estupefacientes a temprana edad. "La situación de vulnerabilidad de Farías es más grave que la de Lucía; Farías proviene de una familia marginal", aseveró. 

La defensora oficial, María Laura Solari, anticipó que en caso de que condenen a perpetua a Farías, planteará la inconstitucionalidad del juicio. Foto: archivo 0223

 

Medios de comunicación, la “justicia paralela”

Ya en el tramo final del alegato, Solari dedicó algunos minutos a hablar sobre el rol que tuvieron los medios de comunicación en la cobertura del caso. A su criterio, los “ataques” de la prensa al poder judicial son constantes desde que se conoció la muerte de Lucía Pérez, sobre todo, luego de que el reclamo de justicia “cayera en manos del feminismo y ya no hubo manera de escuchar otras versiones”.

Para Solari, “hasta los propios comunicadores compraron la idea del crimen atroz que con tanto ahínco se encargó irresponsablemente de reforzar la fiscal Sánchez” y, “salvo contadísimas excepciones”, nadie se ocupó de desmentir.

En ese orden, no dudó en aseverar que los medios de comunicación conformaron de esta manera una “justicia paralela al debido proceso que se hace imposible revertir”.

 

Absolución, inconstitucionalidad y atenuantes

 

Ya en la recta final del alegato, la defensora oficial pidió que Farías sea absuelto de los delitos de abuso sexual y femicidio y anticipó que planteará la “inconstitucionalidad” de la pena en caso de que el TOC N° 2 lo condene a prisión perpetua, pena que ya solicitó el Ministerio Público Fiscal y las abogadas de la familia de la adolescente. Su argumento fue que la justicia no pudo comprobar las acusaciones que recaen sobre los imputados. 

Por otra parte, instó a los jueces a tener en cuenta como atenuante la “terrible situación familiar de Farías”, así como su “corta edad”. “Que pase 50 años de encierro contradice los principios de reinserción social”, sentenció 

Por último, citó a Norma Morandini al mencionar el término de “condena emocional”, el cual se contrapone a la idea de que “la justicia cancela la venganza”. “Acá busca conseguirse una condena emocional. Todos empatizamos con Lucía y su familia, su muerte ha sido una desgracia, pero ello no puede ir en contra del estado de derecho”, sostuvo y evaluó que se trata de un caso “bisagra” en el que “lo político ha reemplazado lo probatorio”.