La escandalosa historia de traición e infidelidades de Romina de Gran Hermano y su exesposo

La participante de Gran Hermano asegura que entró a la casa ya separada del exintendente de Moreno, al que conoció cuando fue su secretaria. Esa relación generó una pelea con la mujer que le consiguió ese puesto: la prima de su entonces marido. 

9 de Marzo de 2023 11:28

Por Redacción 0223

PARA 0223

Romina Uhrig es uno de los cuatro participantes que el domingo puede abandonar la casa de Gran Hermano, a solo un par de pasos de la gran final del reality de Telefe. En las encuestas en las redes sociales, la exdiputada es una de las candidatas a dejar el programa, junto a Camila, contra quien tendrá un fuerte mano a mano en la votación del público, con Julieta y Marcos mejor posicionados para seguir en el juego por los 18 millones de pesos y la casa prefabricada que se llevará el ganador.

Ese premio es justamente el que puso en jaque la continuidad de Romina, ya que mucha gente le cuestiona que haya ingresado a la casa contando que necesitaba un techo para sus tres hijas y se mostró delante de sus compañeros como una mujer de vida austera, con necesidades económicas, mientras afuera surgen datos muy diferentes. 

El centro de la historia es su matrimonio con Walter Festa, exintendente de Moreno entre 2015 y 2019. La justicia los investiga a los dos por enriquecimiento ilícito ya que Romina y Festa poseen terrenos en barrios privados y varias propiedades que no pueden justificar con sus ingresos de la política. 

El miércoles a la noche, La Tora, la última eliminada, se sumó a esos cuestionamientos al contar que Romina les dijo que se gana la vida "haciendo uñas" y que necesita la casa y el dinero para sus hijas. Pero eso no es real. Aunque la exdiputada justifica sus necesidades en el hecho de que se separó de Festa justo antes de entrar a Gran Hermano, por lo que deberá independizarse económicamente y tener ingresos para poder criar a sus hijas sin pedirle nada a su ex, quien en el programa de Georgina Barbarossa mostró la hermosa casa que alquiló para vivir con ella y sus hijas cuando deje Gran Hermano.

Pese a ese deseo de su ex, Romina varias veces en la casa contó los motivos de su separación de Festa, con las discusiones por el dinero y las ganas de él de estar con otras mujeres como los motivos más importantes. Pero nunca contó cómo empezó su historia de amor. Que esconde peleas, infidelidades y hasta una interna política en la Municipalidad.

Romina tiene tres hijas, Mía, Nina y Felicitas, las dos últimas de su relación con Festa. El papá de Mía se llama Ariel González, y fue gracias a su prima que Romina consiguió un trabajo dentro de la política y empezó a cambiar su vida, rodeada de penurias económicas, con un padrastro violento y criada por una tía trans que murió muy joven por una enfermedad contraída por su trabajo sexual en la calle, según contó este miércoles entre lágrimas la propia Romina.

La prima de su pareja, Cintia González, era la mano derecha de Festa en su gestión en el municipio de Moreno. Cintia fue primera concejal y presidenta del Concejo Deliberante. Pisaba fuerte en la Municipalidad, y gracias a eso le consiguió trabajo a la esposa de su primo. No era una tarea más. Romina entró como secretaria personal del intendente.

Al poco tiempo, Romina Uhrig comenzó un romance con su jefe. Ese vínculo puso fin a su relación con el padre de Mía y generó una pelea interna entre Festa y Cintia González. Consultado por Perfil, el exjefe comunal de Moreno negó que haya existido una infidelidad. “La relación comenzó cuando estaba separada de Ariel”, dijo Festa. Las versiones en Moreno hablan hasta de una pelea a golpes de puño en el primer piso del Palacio Municipal, con Romina como víctima de la ira de la prima de su esposo. 

Tras el escándalo, Romina formalizó con el intendente y terminó con González. Pero necesitaba que su nueva pareja cortara su vínculo con la familia de su ex. Fue entonces que le pidió a Festa que pusiera fin a su relación política con Cintia González. Y así fue. “A mediados de 2016 nos separamos políticamente con Cintia. No fue por pedido de Romina, sino que fue por muchas cosas juntas que se habían acumulado”, le dijo Festa a Perfil.

Eso no sólo desencadenó en una lucha interna en el Frente de Todos, sino que habría sido la propia Cintia González, que trabaja en la ANSES y es muy cercana a Máximo Kirchner, quien poco después fue a la justicia y los denunció a los dos por enriquecimiento ilícito.