Las costosas propiedades por las que la justicia investiga a Romina de Gran Hermano por enriquecimiento ilícito

La noche del martes fue difícil para Romina Uhrig. Pero no por el ingreso inesperado de su archienemigo en Gran Hermano, Alfa, que revolucionó la casa y generó un alto pico de rating, sino porque en el mismo momento, el nuevo programa de TN, "Somos Buenos", expuso detalles de la cauda por enriquecimiento ilícito que le sigue la justicia desde hace años. La exdiputada no puede justificar la compra de terrenos y propiedades junto a su ahora exmarido, Walter Festa, y la sospecha es que en su paso por la función pública sumaron ingresos de manera ilícita.

La causa por un posible enriquecimiento ilícito envuelve a Romina y a su expareja, padre de dos de sus hijas, quien fue intendente de Moreno de 2015 a 2019. Cuando perdió la interna para ir por la reelección, se encendió la alarma. La nueva intendenta, Mariel Fernández, referente del Movimiento Evita, denunció que la gestión de Festa dejó una deuda de mil millones de pesos en el Municipio y se inició una causa por malversación de fondos públicos que ya está elevada a juicio.

La justicia investiga el origen de autos de alta gama y varias propiedades y terrenos que son parte de un patrimonio que no cierra con los ingresos obtenidos por ambos (Romina fue diputada de 2019 a 2021) en la función pública. La sospecha es que usan testaferros para esconder esas propiedades. 

El informe de inteligencia es llevado a cabo por la Unidad de Información Financiera (UIF), y está bajo el peritaje de la Suprema Corte de Capital Federal, que está analizando las cuentas del exintendente y la exdiputada de la Nación tras una serie de allanamientos dispuestos por la fiscalía N° 8 de Moreno.

Según detalló Nicolás Wiñazki, a partir de 2018 ambos adquirieron una propiedad en Villa Robles, compraron tres lotes en el country Alta Vista, otros tres en Salta, vehículos costosos, y crearon sus dos empresas. Bienes que hasta el momento no pudieron justificar.

El expediente se inició en enero del 2019 y sigue una trama de corrupción liderada por Festa y Uhrig, junto a posibles testaferros, quienes habrían ampliado sus bienes de modo extraordinario. La Justicia investiga un crédito millonario en favor de Festa a raíz de la venta de un lote en el exclusivo country Villa Robles de Pinamar. Además, compraron dos lotes en el country Terravista.

En 2018 los supuestos testaferros adquirieron tres lotes en Cafayate, Salta, por 150 mil dólares, equivalentes a 5.805.000 pesos de ese entonces.

Según el expediente, ese año Festa declaró un patrimonio junto a Romina que no superaba los 800.000 pesos. Urigh, de 34 años, figura en el sistema y aún sigue cobrando la Asignación Universal por Hijo (AUH) desde 2014. Antes de su paso por el Congreso, fue secretaria privada de su marido y entró al poder gracias a una lista sábana.

Antes de entrar a Gran Hermano, no tenía trabajo fijo, y es por eso que en el reality insiste con la idea de que necesita el premio (unos 18 millones de pesos) y la casa prefabricada que se llevará el ganador porque, como ahora está separada, no tiene dónde vivir con sus tres hijas. Su expareja, de 53 años, es empleado de ANSES.