El exsargento acusado por violar a su hija durante 6 años declara en el cierre del juicio

El sujeto que cumplió funciones como sargento de la Policía de la Provincia de Buenos Aires y que permanece detenido acusado de violar a su hija adolescente durante seis años seguidos va a declarar este viernes en la segunda y última jornada del juicio que se lleva adelante en el Tribunal Oral en lo Criminal N°3.

Ante los jueces Juan Sueyro, Fabián Riquert y Federico Wacker Schroder, lLa actividad comenzó cerca de las nueve y media del  jueves con los lineamientos de apertura a cargo de la fiscal Andrea Gómez y del defensor oficial Mauro Giacomaso que discutirá la materialidad de los hechos y también la calificación.

Luego de esos planteos, las partes vieron la cámara Gesell que dio la víctima y posteriormente declararon la madre denunciante, el padrastro, el hermano mayor y una tía.

El expolicía –identificado como R.N.F.- permanece detenido con prisión preventiva desde septiembre de 2021, en el marco de la causa en la que se le imputa el delito de "abuso sexual con acceso carnal agravado". Se encuentra en la cárcel de Batán, en un pabellón separado en resguardo de su integridad física.

Tal como adelantó 0223, el acusado ocupó el cargo de sargento pero, luego de hacer uso de un par de carpetas psiquiátricas, fue desafectado definitivamente de la fuerza policial en marzo de 2020, de acuerdo a los datos que el área de Asuntos Internos le confirmó a la fiscal Andrea Gómez, quien intervino en la instrucción.

Tres meses más tarde, el 18 de julio de 2020, el expolicía fue denunciado por la mujer con la que tuvo una hija después de tomar conocimiento del tormento sexual que había sufrido desde pequeña en manos de su padre.

Fue la propia víctima la que rompió el silencio, en plena pandemia del Covid-19, y se animó a contarle a la mamá los abusos que había padecido en forma reiterada desde que tenía 8 años. Para ese entonces, la mujer ya estaba separada del sargento desde hace tiempo.

Los ataques, tal como consta en la denuncia y en la investigación que derivó en la elevación a juicio de la causa, se habrían repetido de manera semanal en los distintos domicilios que ocupó el acusado. En los primeros años fueron manoseos, pero cuando la niña cumplió los 11 los abusos escalaron y fueron con acceso carnal.