Una victoria, una tragedia y un circuito de entrenamiento que se convirtió en un lugar privilegiado

Luego de alzarse con el Gran Premio Ciudad de Mar del Plata en 1947, Juan Manuel Fangio creó en Sierra de los Padres el circuito San Martín para entrenar junto a su discípulo, Luis de Dios, quien falleció en una práctica.

300 mil personas siguieron de cerca la carrera. Foto: Diario La Capital

30 de Julio de 2023 18:09

El 27 de febrero de 1949 fue un día histórico en la carrera de Juan Manuel Fangio. Ante 300 mil personas que seguían expectantes bajo un intenso sol el desarrollo del Gran Premio Cuidad de Mar del Plata, el balcarceño se consagraría campeón dando inicio a una sucesión de victorias que lo convertirían en una leyenda del automovilismo.

“En una carrera marcada por el calor y las fallas mecánicas, Fangio demostró su talento y determinación al mantener el liderato durante toda la prueba”, escribía el diario La Capital. Las crónicas de la época dan cuenta de una alta temperatura y del gran espectáculo que significaba contar no solo con el circuito costero, sino con la presencia de los autos Gran Prix que eran popularmente conocidos como “Máquinas especiales”.

A bordo de su Maserati 4CLT 1500, Fangio completó, con un promedio de 110 kilómetros por hora, las 35 vueltas del circuito de 4 kilómetros que comenzaba en el desaparecido Hotel Centenario, a la altura de la avenida Colón, y se extendía hacia el sur hasta Cabo Corrientes, retomando en el paseo Jesús de Galíndez, pasando por el Torreón del Monje hasta llegar a la pileta Cubierta para volver al punto de partida.

Fangio sabía de la importancia de sacar ventaja sobre los favoritos Farina y Villoressi en la primera curva y no lo desaprovechó. Lideró toda la carrera hasta que, cuando estaba a solo 15 vueltas de finalizar la carrera, el caño de escape de su auto se rompió y “quedó colgando”. Pero “el Chueco” no estaba dispuesto a que ese desperfecto le quite la gloria: pese a que quemaba, lo desprendió con sus manos para evitar un daño mayor y siguió ensordecido como consecuencia de su inesperada labor de mecánica.  

Cuando faltaban 15 vueltas para finalizar la competencia, Fangio tuvo un desperfecto en su auto. Foto: Diario La Capital

“Le sobró corazón y habilidad para ganar”, tituló el diario La Capital que describió la reacción del público como una “explosión de fervor e idolatría deportiva como jamás se observó”.

Un año más tarde de alzarse con el premio que fue la antesala de los cinco títulos mundiales de su carrera, Fangio decidió crear un circuito de entrenamiento en la Sierra de los Padres que llamó Circuito San Martín y que serviría en ocasiones de pista para fechas de TC. El recorrido comprendía un total de 12,53 kilómetros de extensión teniendo como punto de partida y llegada la actual calle Varetto, con una altitud máxima de 153 metros y dos curvas con la sierra como escenario natural. Allí pasaba horas entrenando junto a su ahijado deportivo, Luis de Dios, de 21 años y considerado una promesa de la disciplina.

El Circuito San Martín es uno de los más buscados en Sierra de los Padres. Foto aérea Wikiloc

El 31 de diciembre de 1951 -pese a la recomendación del “Chueco” de no presentarse porque competería contra autos de mayor cilindrada-, el joven participó de la competencia de Fuerza Limitada que se desarrollaba en el circuito en el que había entrenado infinidad de veces, realizó una maniobra para intentar posicionarse tercero pero su auto volcó y salió despedido.

Fangio se encontraba en la Sierra de los Padres presenciando la carrera y, tras el accidente y junto al padre del joven, lo trasladaron agonizante al Hospital Interzonal donde pese a los esfuerzos de los profesionales, falleció. A modo de homenaje, en la Plaza del Mástil, las autoridades colocaron una placa recordatoria del automovilista.

El Circuito, hoy lejos de ser una referencia del automovilismo, es uno de los puntos selectos de la zona y se encuentra envuelto en una polémica ya que, un grupo de vecinos presentó un proyecto al Concejo Deliberante para que se peatonalice el tramo que comprende el acceso al Paseo de La Cumbre, como una forma de afrontar la situación “altamente conflictiva” que en esa zona comercial se registra producto del crecimiento del tránsito.