¿Sabías que Mar del Plata tiene su Tifloteca?
Hace dos años, Soledad comenzó a pensar en el proyecto que tiene el fin de asistir a personas ciegas y disminuidas visuales. Historia de un espacio que comenzó como algo lúdico y se transformó en una referencia.
Hace dos años, Soledad Andie, una docente marplatense especializada en discapacidad visual que trabaja en Umasdeca, sufrió la pérdida de una de las personas más mágicas que tuvo en su vida: su abuela. En medio del duelo, veía en su trabajo cómo cada vez era más frecuente que los adultos mayores dejaran de vincularse con sus familiares y se aíslen por la pérdida o disminución del sentido de la visión. Entonces, como una forma de canalizar el duelo, de forma inconsciente, comenzó a buscar la forma para que quienes tengan la posibilidad, pueden seguir en contacto y compartiendo momentos con sus mayores.
“Estaba atravesando un duelo profundo y casualmente ese año pasó que en los grupos de rehabilitación pasaba algo particular con los abuelos que no se podían vincular con sus nietos por haber perdido la visión, porque no les veían la cara, porque no sabían cómo, o se perdían de compartir cosas cotidianas como jugar al truco o con los dados por lo mismo”, relata desde su laboratorio a 0223 Soledad, mientras las impresoras 3D no dejan de funcionar reproduciendo lupas de aproximación digital.
"Así que empecé con eso. Imaginate la situación, no podía permitir que eso siguiera pasando. Así que hice los juegos y luego, naturalmente, lo que siguió fue llevar con criterio profesional el diseño de los demás productos para actividades de la vida diaria”, relata.
Los artículos que comenzó a confeccionar fueron agendas, cuadernos, calendarios, productos para favorecer la escritura, el acceso a la información escrita y, con su impresora 3D produjo toda una línea de juegos (dados, cartas, dominó), accesorios para el bastón blanco y bastón verde, para baja visión, lupas, reglas, transportadores, etc y, con criterio profesional comenzó a llevarlos a Umasdeca, el único centro de rehabilitación para personas con disminución visual de Mar del Plata y la zona, donde Soledad trabaja.
“Los juegos muchos son convencionales y yo los modifico para que sean funcionales para personas con baja visión, táctiles o de alto contraste”, explica mientras señala que, por ejemplo, los naipes que ya tienen su versión braile fueron adaptados para personas con disminución visual.
La aceptación fue tan grande que Soledad comenzó a diseñar sus productos para la venta masiva y se convirtió en una de las proveedoras mas grandes del país. Pero lo que la joven profesional destaca son las historias que se generan con ellos, el compromiso que hay en cada creación.
”No sé, que una mujer que con su hermana siempre tuvo discapacidad visual y que eran relegadas de jugar en la familia y ahora ya pueden volver a jugar. O el papá que jugaba el truco con su hijo y por haber adquirido baja visión había dejado de jugar y se compraban las cartas para usarlas en el tren, es impagable”, asegura.
Además, Soledad se encarga de concientizar sobre la correcta guía a las personas con discapacidad visual. "Me parece importante esto de ayudar y de tratar de generar consciencia sobre la asistencia a las personas ciegas o con disminución visual", dice. Por eso, en los volantes que reparte explica cómo acompañar a una persona ciega para cruzar la calle y resalta la importancia del uso del bastón. "El bastón no significa dependencia, significa poder. Acompañar es respetar", cierra.
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