Espigas, estampitas, Messi y la Copa del Mundo: así se agradece a San Cayetano en Mar del Plata
Desde los primeros minutos de este 7 de agosto, una multitud de fieles rodearon las calles del templo ubicado en Moreno al 6700. A la tarde, Gabriel Mestre dará su última misa por el santo, antes de asumir como arzobispo de La Plata.
Por Redacción 0223
PARA 0223
Como cada 7 de agosto, la fe por San Cayetano se renueva y miles de marplatenses se acercan a la parroquia de Moreno al 6700 para pedir o agradecer al santo patrono del pan y el trabajo.
Venciendo al intenso frío de este lunes ayudados un poco por el sol pero con el entusiasmo de cumplir con el santo, una multitud caminaba esta mañana las calles cercanas al santuario, a la espera de las misas, en la que una de ellas estará presidida por última vez por el obispo Gabriel Mestre, que desde septiembre se convertirá en el arzobispo de La Plata.
Como es habitual, alrededor de ese peregrinar de la gente hay una gran cantidad de puestos donde se vende de todo. Desde las tradicionales espigas de trigo, estatuas del santo de distintos tamaños, algo de ropa e incluso la pasión religiosa se mezcla con la futbolera: este año tiene la particularidad con la venta de la imagen de Leo Messi con la Copa del Mundo, que seguramente muchos agradecerán por la `tercera estrella´ obtenida hace 7 meses en Qatar.
Para el mediodía, hay menús variados, con sándwiches de milanesa, queso y jamón y nunca faltan las parrillitas nutridas de vacío y chorizos para saciar el hambre de los más exigentes.
Como siempre firme en esta celebración religiosa, Juan Pablo Cayrol, párroco del santuario de San Cayetano, contó a 0223 que este año "se vive difícil" aunque valoró que en el espíritu de los fieles esta jornada "siempre es fiesta".
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"Es poner en manos del santo las ganas de seguir y la fuerza para seguir", resaltó el cura y explicó que este devoción por el `patrono del pan y el trabajo´ se vive desde los tiempos del Virreinato del Río de la Plata. "Los jesuitas fueron expulsados de los territorios españoles y hacían retiros espirituales muy importantes. Ahí vino una mujer santiagueña, que la gente conoce como `Mamá Antula´, que se vino para Buenos Aires y puso una escuela para chicas, algo que no era fácil en la época. Y al lado, en la capillita, puso una imagen de un santo no conocido ni acá ni en Italia, que era San Cayetano. Como estaba la estación de trenes de Liniers, la gente bajaba, cruzaba lo que hoy es la General Paz y empezaban las chacras e iba a pedir laburo. Y empezó a rezarle a esa imagencita y con el tiempo fue cobrando cada vez más fama", rememoró Cayrol.
La tradición por las espigas, según relató el religioso, se debe a que un chacarero, a modo de agradecimiento, llevó unas de trigo al santo y con el tiempo se lo asoció al patrono del trabajo y del pan.
Este 2023 bajo el lema “Junto a San Cayetano, pedimos paz, salud, pan y trabajo” se realizarán las tradicionales fiestas patronales en honor al santo.
Las puertas del templo se abrieron a las cero horas para que los fieles pudieran acercarse a la imagen del santo, dejar sus pedidos y agradecimientos y participar del primer oficio religioso. La ceremonia se repitió a las 6, 8, 11 y luego habrá nuevas a las 15, 19 y 21. Durante todo el día se reciben alimentos y ropa. Además, habrá sacerdotes para confesarse y hacer bendiciones.
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