El celular de Fernando Pérez Algaba se activó horas después del crimen

Los investigadores determinaron que el teléfono celular del empresario Fernando Pérez Algaba, quien fue hallado descuartizado dentro de una valija arrojada a un arroyo de la localidad bonaerense de Ingeniero Budge, se activó por última vez en el partido de Morón en la madrugada del 19 de julio, horas después del crimen.

Según revelaron voceros de la investigación, una antena ubicada a pocos metros de un puente en la localidad de Paso del Rey detectó la señal del celular del empresario durante el lapso de dos a cinco minutos alrededor de las 2 de la mañana del 19 de julio.

El dato es revelador para el fiscal a cargo de la causa, Marcelo Domínguez, ya que la activación del celular se habría dado horas después del macabro crimen y podría resultar crucial para comenzar a dilucidar el caso que tiene al menos 36 móviles diferentes.

La Justicia peritará en las próximas horas las cámaras de seguridad apostadas en la zona para intentar esclarecer el caso. En un radio de 200 metros a la antena donde se activó el celular hay un domo y dos cámaras de seguridad que podrían revelar los primeros detalles en torno a lo sucedido después del crimen.

El empresario que fue brutalmente asesinado tenía un pasaje en avión para volar a Barcelona, España, esa misma madrugada. La víctima tenía valijas armadas y sus pertenencias listas para emprender el viaje en el departamento que alquilaba de forma temporal en la localidad de Ituzaingó.

En las últimas horas, los investigadores habían logrado hacer un "espejo" de uno de los teléfonos celulares de Pérez Algaba, a pesar de que el aparato nunca fue hallado.

Mediante un sistema tecnológico, los expertos de la Policía bonaerense pudieron hacer una copia de la información guardada en la nube del teléfono que el empresario utilizaba en la Argentina, por lo que ahora se intentará bajar todo tipo de mensajes que permitan establecer quiénes fueron las últimas personas que lo contactaron el 18 de junio, cuando fue visto con vida por última vez por su exsocio Maximiliano Pilepich y su exempleado y examigo Nahuel Vargas.

Esos dos hombres, al declarar días atrás como testigos en la causa por el homicidio que lleva adelante el fiscal 5 de Lomas de Zamora, Marcelo Domínguez, admitieron haberse encontrado con Pérez Algaba cerca de las 17.30 o 18 de ese martes 18 de julio para terminar de saldar una deuda de 150 mil dólares que habían contraído con él.

Según sus dichos, "Lechuga" concurrió a bordo de esa camioneta hasta General Rodríguez, donde se encontró con Vargas y con Pilepich, que lo aguardaban en otro auto.

Allí, Pérez Algaba habría recibido 60 mil dólares de esa deuda -los otros 90 mil ya se los habían pagado en una escribanía de Castelar- y, tras ello, le devolvió la camioneta a Pilepich, que se retiró con Vargas del lugar, uno en cada vehículo. Para los investigadores, lo que pasó luego es el gran enigma del relato de Vargas y de Pilepich, hasta ahora testigos en la causa.