Mar del Plata y su transformación en la ciudad de todos

En "El apogeo de la ciudad de todos" (Eudem – 2024) se desarrollan distintos aspectos que configuraron el florecimiento de Mar del Plata como ciudad turística de masas entre los años 60 y mediados de los 70.

El apogeo de la ciudad de todos se presentará el 5 de abril en Villa Victoria a las 17. El libro se puede descargar gratuitamente desde la página web de Eudem.

30 de Marzo de 2024 11:24

Hubo un tiempo en que Mar del Plata se preparaba para la confluencia del conjunto del espectro social de la sociedad argentina. Las políticas públicas turísticas, la urbanización, las clases medias, el ocio, la construcción y las representaciones culturales, sumado a amplias playas con capacidad de absorción, infraestructura, idóneas conexiones viales que permitieron el uso de transporte automotor y una gestión municipal atenta al progreso ciudadano ofrecía un cuadro de sociabilidad intensa.

El apogeo de la ciudad de todos busca mostrarnos esas condiciones que se dieron durante la década del 60 y del 70.

Melina Piglia, profesora de historia y una de las compiladoras del libro (la otra es Elisa Pastoriza), asegura que: “En los años 60 hay una fe muy fuerte en que el turismo puede ser una fuente de divisas, pensando en esto del turismo internacional. En Mar del Plata hay una confianza en que la ciudad se puede convertir en Niza y traer turismo internacional. Esto provoca políticas y reclamos de la sociedad civil que están en línea con las ideas que están pensando los propios gobiernos nacionales en años turbulentos. Estos están muy atravesados por las ideas del desarrollo y el financiamiento internacional para ciertas obras de infraestructura que se están pensando. Estas ideas, que son las usinas internacionales por las que están atravesando mucho la élite argentina, piensan el desarrollo y el turismo como una industria sin chimenea que, a su vez, pueda permitir más desarrollo. Sobre esto hay aspectos que han sido menos examinados y que nos interesaba pensar, por ejemplo. Cómo juega Mar del Plata como un ejemplo de la articulación de la movilidad social ascendente y la expansión de las clases medias y las ideas sobre el desarrollo. Mar del Plata nos permite ver varias de estas cuestiones y nos permite ver una sociedad muy integrada, sobre todo si la comparamos con la actual, con una movilidad social ascendente muy pujante y con una clase media amplia y modernizada y muy consumidora”.

- ¿Cómo era la población en ese momento? ¿Quiénes convivían en esa ciudad de los 60 y 70?

- Esta ciudad, en estos años, es la ciudad de todos y queremos decir que es una ciudad a la que se han sumado nuevos habitantes y visitantes, pero no se fueron, al menos no en masa, los antiguos visitantes. Tenés una Mar del Plata del Hotel Provincial, del Complejo del Alfar, de las grandes residencias todavía ocupadas, de Los Troncos con mucha ocupación. Y tenés una Mar del Plata de clase media que compra departamentos, que se venden como pan caliente, además de los gremios y del turismo obrero, no el sindical, sino el obrero.

A mediados de los 70 ya algunos sectores empiezan a dejar la ciudad. Sigue viniendo gente a Mar del Plata, pero ya no se da esa integración de los 15 años anteriores. En los 70, los más jóvenes abandonan la ciudad para ir a Villa Gesell y las élites o las clases con un poco más de poder adquisitivo parten hacia Punta del Este o Cariló.

Ya en los 80, Mar del Plata recibe en masa a los sectores populares. Los números son muy altos en cantidad de personas, pero no en gastos. También hay una mayor segregación. Mar del Plata va perdiendo aquello de una ciudad de todos, según se desprende del libro.

- ¿Cómo era esa ciudad de aquellas décadas? ¿Qué particularidades tenía?

- Esa es una ciudad a la que vienen Mafalda y su familia en Citroën a la playa popular, pero también viene Isidoro Cañones, el playboy a disfrutar de la Avenida Constitución o la Avenida del ruido. Mar del Plata tenía esa característica del interclasismo, pero también tiene esta característica de ser un espacio del deseo para un horizonte grande de argentinos. La ciudad fue durante mucho tiempo un lugar que invita, que se piensa como el lugar para terminar su vida, para la tercera edad, para vivir en el descanso. También es la ciudad que invita a otros sectores a buscar trabajo. Nosotros investigamos qué pasa con esos trabajadores, sobre todo de hotelerías y de casinos, que eran los que marcaban la temporada. Se piensa también como un momento de apogeo para ellos. También vamos rastreando distintos aspectos de la construcción en la ciudad: la construcción en altura cambia la fisonomía material de la ciudad, la Avenida Colón con esos ríos de obreros en bicicleta, los edificios que empezaban a avanzar sobre las viejas casonas.

Para ese momento, las vías de acceso eran fundamentales. Desde la proyección y la confianza en que la construcción de un aeropuerto por sí solo iba a traer turistas internacionales, hasta los desbordes de la Ruta 2 para llegar a la ciudad. El tren, con sus problemas ya, seguía siendo otra de las posibilidades.

Piglia aclara, “La Ruta 2 es otro problema que entra a jugar. Está desbordada y comienza a hacerse muy complejo el viaje. Se vuelve un viaje tortuoso, como los de la década del 20 o el 30. Embotellamientos de horas y horas, los vehículos se rompían porque eran en su mayoría usados y otros eran nuevos pero baratos y entonces eran frágiles. Estos tenían incidentes en un viaje y por esto se producían embotellamientos, todo era muy lento y peligroso por las condiciones. Los choques frontales eran muy frecuentes y con cientos de víctimas al año. La ruta estaba desbordada y la infraestructura y la cultura del manejo muy precarias. Se comenzó en ese momento con las regulaciones del Estado para ir tratando de ordenar. Pensemos que el Operativo Sol comienza en los 80. Aparecen las campañas de prevención, eran viajes largos, se paraba a comer, se bebía. Fue todo muy complejo hasta transformación en la Autovía 2.

El apogeo de la ciudad de todos. Mar del Plata en los años 60 es un arduo trabajo de investigación que se desarrolló durante cuatro años. Hoy nos ayuda a pensar cuál fue el camino que trajo a esta ciudad hasta donde hoy nos encontramos. Dice Eliza Pastoriza: “Nacida como reducto estival de las clases altas porteñas, comenzó a abrirse hacia otras franjas sociales diferentes de las tradicionales en un proceso que, iniciado en la segunda década del siglo pasado, cobró mayor intensidad cuando se reconvirtió en el balneario de masas contemporáneo. La transformación de villa balnearia en ciudad turística implicó una renovada expresión –en el ámbito del tiempo libre– de la tendencia que atravesaba el desarrollo de la sociedad argentina en el siglo XX: una persistente apertura social a los bienes públicos y al disfrute de capas más amplias de la población. Asimismo, la conformación de este espacio social tuvo efectos que trascendieron las rutinas del ocio de los visitantes, dando origen a un centro urbano con características marcadamente complejas respecto del horizonte de pueblos provinciales y otras ciudades del país”.