La cooperativa Oktupak estrena maquinaria: "Arrancamos con nada y no paramos de crecer"

Se trata de una organización que construye muebles y equipamiento dentro de la cárcel de Batán. Cómo es su historia y los avances que tuvieron a través de los años.

Realizan confecciones intramuros y buscan ampliar su horizonte profesional.

31 de Agosto de 2024 12:13

Por Redacción 0223

PARA 0223

La cooperativa Oktupak no es una más: a diferencia de otras, tiene un funcionamiento "intramuros", es decir, opera dentro del Complejo Penitenciario de Batán. Actualmente, 12 son trabajadores internos y otros 2 hacen tareas afuera, ya que recuperaron la libertad. 

"Arrancamos hace dos años con nada, limpiando el salón, y hemos podido incorporar máquinas y mejorar", contó a 0223 su presidente, Juan Manuel Aiello.

La cooperativa comenzó a funcionar hace 2 años.

La celebración se debe a la incorporación de una nueva máquina y la capacitación para su manejo. "La pudimos comprar el año pasado con un subsidio provincial y logramos hacer la puesta en marcha gracias a la colaboración de Osvaldo Sáez y de Marcelo Presa, que son integrantes de la Cámara de la Madera", agradeció. 

Se trata de un complejo sistema que debe ser instalado correctamente por sus poleas, lubricación e instalación eléctrica.

Osvaldo Sáez y de Marcelo Presa, de la Cámara de la Madera, brindaron asistencia.

"Hicimos una capacitación de uso y de medidas de seguridad. Es muy importante porque tiene múltiples funciones y nos permite mejorar la calidad de nuestros trabajos", destacó Aiello.

La puesta a punto es un gran paso para la cooperativa y su referente sostuvo que también es "referencia del crecimiento": "Es una muestra más de ellos. Siempre gracias al apoyo que recibimos de la provincia, del Ministerio de Justicia y del Servicio Penitenciario permanentemente, pero básicamente por nuestra tenacidad y laburo", graficó.

La crisis económica y la falta de consumo frenaron un poco sus ventas independientes, ya que muchas personas no llegan a comprar muebles sino alimentos. Sin embargo, un encargo del Consorcio Portuario los alentó: "Pidieron vallas de señalización de madera y de seguridad en hierro. Esto nos da un entusiasmo y un envión económico porque vamos a tener una rentabilidad", reconoció. 

De a poco, fueron adquiriendo conocimientos sobre carpintería, pintura y construcción. Los dos trabajadores "extramuro" también están terminando el taller de carpintería fuera de la cárcel. "Esperamos que eso nos de continuidad laboral y deseamos tener un espacio para la reparación de muebles allí", adelantó Aiello.

Para el manejo de la nueva máquina, los internos realizaron capacitaciones.

"La respuesta humana que tuve con estos compañeros es sorprendente. Hablamos de la vida, de las familias, de los pensamientos. Entonces esta cooperativa es más que una actividad económica, es un estímulo hermoso", reflexionó.