A los tiros en un cortejo fúnebre: atraparon a un joven que se fue en moto y descartó una “nueve”

Un llamado al 911 que alertó sobre el paso de un cortejo fúnebre del que participaban varias motos y denunció que un sujeto que iba como acompañante efectuó varias detonaciones al aire terminó el sábado pasado con una persecución y la aprehensión de un joven de 20 años que se descartó de una pistola calibre nueve milímetros.

Tras la interceptación que hizo un móvil del Comando de Patrullas en la avenida 10 de Febrero casi Cutay, dos jóvenes de 20 y 24 años que circulaban a bordo de una moto Honda XR 250 fueron aprehendidos. Ambos fueron trasladados a la comisaría quinta donde se hicieron las primeras actuaciones por portación ilegal de arma de guerra.

Luego de confirmar que el rodado no presentaba impedimento legal alguno, el conductor quedó en libertad mientas que el acompañante –identificado como Ariel Cisneros- fue trasladado a la Unidad Penal N°44 de Batán. Al día siguiente declaró ante el fiscal de Flagrancia Facundo De la Canale y sigue alojado en el complejo penitenciario al menos hasta la realización de la audiencia de excarcelación prevista para este jueves.

Acompañado por el abogado penalista Mauricio Varela, el joven de 20 años reconoció que tenía el arma en su poder, pero dijo que no efectuó disparo alguno durante el cortejo. “Sostuvo que hace algo más de una semana le dispararon en un brazo, que denunció ese hecho y que lo venían siguiendo. Dijo que tenía el arma para protegerse”, señalaron las fuentes consultadas por 0223.

Este jueves su defensa presentará varios testigos que estaban esa tarde en el lugar para confirmar que Cisneros no hizo detonación alguna y planteará que el delito es una portación de arma atenuada. Luego de la audiencia será la Justicia de Garantías quien defina si permanece detenido o continúa el proceso en libertad.