Aberrante: asesinó a golpes a su hijo discapacitado y enterró el cuerpo en un descampado, pero no irá presa

Un Tribunal de Corrientes condenó a prisión perpetua a una joven por asesinar a su hijo discapacitado y haber ocultado el cuerpo en un descampado de Paso de los Libres. Sin embargo, todavía no irá a la cárcel por una curiosa razón: como la mujer tiene otra pequeña, cumplirá los primeros tres años de la sentencia en su hogar y luego será derivada a una unidad penal.

La pena recayó sobre Brenda Miño, de 20 años, que optó por no declarar ante los magistrados durante el juicio oral y público. La investigación comenzó a mediados de febrero del 2024, cuando unos perros desenterraron los restos de un menor de edad en un terreno próximo al barrio La Torcaza, en la zona periférica de la localidad provincial.

El cadáver se encontraba en un avanzado estado de descomposición, pero esa circunstancia no impidió que los médicos forenses hallaran evidencias de un posible homicidio: el más rotundo de ellos estaba vinculado a un fuerte golpe en el cráneo. Apenas comenzaron a circular las imágenes, una señora se presentó en la comisaría y denunció que podría tratarse de su nieto, por la coincidencia en la vestimenta.

La abuela relató ante los agentes que, el 20 de enero de 2023, su hija llevó al nene al Hospital San José y después retornó sola. En ese contexto, la mamá había advertido que se encontró con una asistente social y que había entregado al nene ante la imposibilidad de brindarle todos los cuidados que necesitaba.

Además de un severo cuadro de desnutrición, el niño presentaba una discapacidad motriz. Los vecinos, por su parte, indicaron ante el fiscal Facundo Sotelo que la joven, que había dado a luz a los 15 años, no atendía al menor como correspondía y tampoco "lo higienizaba con frecuencia", dando a entender el abandono al que había sido sometido el damnificado.

Una vez que fue aprehendida, Miño descartó que el cuerpo fuera del pequeño, pero los estudios comprobaron la filiación y el proceso judicial la tuvo como principal sospechosa por homicidio calificado por el vínculo. Nahitán tenía cuatro años cuando, en base a lo determinado por los jueces, fue víctima del crimen y su cadáver fue enterrado en un baldío cercano a las vías del ferrocarril.

Según su historia clínica, el chico presentaba una escoliosis dorso lumbar, luxación congénita de la cadera izquierda y luxación de codo izquierdo con desplazamiento anterior. Si bien uno de los médicos no había descartado que, por su patología, el nene haya fallecido a causa de una broncoaspiración alimentaria, aquello no se pudo probar por la cantidad de días que llevaba enterrado.

Además, se planteó como atenuante la situación de extrema vulnerabilidad en la que vivía la joven. Finalmente, Brenda permanecerá en su casa con un dispositivo de monitoreo electrónico hasta que su hija cumpla cinco años.