Sin piedad: cuatro ladrones torturaron a una abuela de 88 años para robarle en su casa

“Fueron los peores minutos de mi vida”, dijo la víctima que bajó del primer piso de la vivienda y se encontró con los malvivientes.

El frente de la propiedad: ni las rejas la salvaron.

12 de Marzo de 2025 10:44

Por Redacción 0223

PARA 0223

Una jubilada de 88 años fue víctima de un violento asalto al caer la noche. “Fueron los peores minutos de mi vida. Escuchaba cómo rompían todo, sentía sus pasos y no podía hacer nada”, relató la mujer.

Los delincuentes eran cuatro y forzaron una reja trasera para irrumpir en la vivienda. Estaban armados, con las caras cubiertas por capuchas y usaban guantes. Ocurrió en la ciudad de La Plata.

La víctima se encontraba en la planta alta cuando advirtió la presencia de los ladrones pero no tuvo ninguna oportunidad de defenderse. Uno de ellos le apuntó con un arma de fuego, mientras otro de los asaltantes le colocaba un destornillador en el cuello. Así la llevaron hasta su habitación, la obligaron a acostarse en su cama, la maniataron y, como si no fuera suficiente, también le taparon la cabeza con una frazada y un almohadón.

“Me apuntaron con un arma y me taparon la cara. Sólo quería que se fueran y no me lastimaran”, declaró la mujer ante los investigadores, según indicó el portal local 0221. Durante varios minutos los delincuentes se dedicaron a recorrer la casa en busca de objetos de valor. Revisaron muebles y cajones, y destrozaron todo a su paso para finalmente escapar con un teléfono iPhone, un juego de llaves y una suma de dinero que la víctima, todavía en estado de shock, no pudo precisar.

Tras la fuga de los delincuentes, un vecino que pasaba por la vereda escuchó los gritos de la mujer a través de la ventana y llamó al 911 para pedir ayuda.

La causa fue caratulada como “robo agravado” y quedó a cargo de la Fiscalía en turno. Entre las primeras medidas, los investigadores ordenaron un relevamiento de las cámaras de seguridad de la zona para intentar identificar a los sospechosos del violento asalto. Pero, todavía, no hay detenidos.