Cómo es trabajar con los caídos del sistema: "Nadie elige andar por la vida quebrado, siendo fisura"

"Fisura" es la palabra que predomina en posteos y comunicaciones oficiales del intendente Guillermo Montenegro, término que utiliza para describir a los cuidadoches o personas en situación de calle a las que expulsa del espacio público y que incluso ha extendido a otros territorios: políticos como Ramiro Marra o Jorge Macri la están tomando para usar en sus campañas o funciones.

Pero no todo el mundo la toma tan alegremente. Sectores que desde hace décadas luchan contra el consumo de sustancias o trabajan con la salud mental analizan ese discurso como problemático y deshumanizante. 

"Nosotros trabajamos todos los días para darle una mano y volver a brindar una oportunidad a aquellos a los que la vida no se las ha dado. A estas personas se las sigue castigando y poniendo en lugares crueles. Como sociedad deberíamos tener una mirada mucho más misericordiosa y ser empáticos, porque nadie elige andar por la vida quebrado, siendo fisura. La cosa es mucho más profunda", describió en diálogo con 0223 Fabián Messina, titular de Posada del Inti.

La invitación a la reflexión hoy no "garpa" tanto como el discurso violento, pero las personas marginadas por la sociedad miran desde afuera del sistema sin ser observados por nadie. "Tenemos que tratar de conectar con lo que la gente realmente necesita. Y saber que, como decía mi abuela, no hay que escupir para arriba porque a veces las cosas salen mal", subrayó el referente.

La demanda de este tipo de instituciones ha crecido exponencialmente y existen en la actualidad pocos lugares que la reciban. Según Messina, hay muchas personas con necesidades en todos los ámbitos, desde la salud mental hasta las adicciones.

"Seguimos recibiendo centenares de consultas en el mes y no les podemos dar respuesta a un montón, que no tienen recursos y que se quedan dando vueltas porque el sistema estatal está desbordado. Sabemos que los trabajadores dejan todo pero no hay recursos para la cantidad de usuarios que los demandan", enfatizó.

La mirada amorosa y dedicada de quienes realizan el acompañamiento es fundamental para esos "fisuras" olvidados, pero las decisiones políticas para fortalecer los espacios que hay son escasas. "Habría que abrir más lugares. Nosotros tenemos la responsabilidad social de asistir y seguimos trabajando para fortalecernos internamente, con infraestructura y equipos profesionales", remarcó Messina.

El apoyo de la "Fuerza Solidaria"

La institución sigue luchando contra viento y marea. Luego de un tiempo en el que peligraba su continuidad y sus puertas estuvieron a punto de cerrar, llegó esta semana la buena noticia del Fideicomiso Fuerza Solidaria. El organismo tiene como objetivo facilitar los recursos técnicos y económicos a los sectores de la Economía Social para que creen, fomenten y/o consoliden emprendimientos colectivos, con líneas de créditos que otorga la Provincia.

Esta ayuda fue solicitada en el marco de un convenio entre la Federación de Organismos No Gubernamentales (Fonga) y más de 65 instituciones que trabajan en prevención y en tratamiento en la Argentina. 

"Fuimos aprobados con un monto de 23 millones de pesos, de los cuales tendremos disponibilidad de entre 15 y 16 millones en una primera etapa. Se van a destinar a realizar obras en la sede del barrio Antártida Argentina, como la extensión y mejora del SUM, la construcción de una galería semitechada para que los usuarios tengan la posibilidad de hacer actividades lúdicas, cuestiones terapéuticas y recreativas, reciclado de baños, calefacción y mejoras en la infraestructura", adelantó.

El objetivo de la institución es seguir creciendo y mejorar la estadía de las personas que más lo necesitan. Brindar una segunda oportunidad que valga la pena.