Cierran el Paraje San Francisco porque "no funcionó"

Al momento de poner los candados, en el lugar había seis chicos. Primero fueron trasladados a Ayacucho y ahora están repartidos entre el hogar Arenaza y la Casa de los Amigos.

En marzo de 2013 el obispo y el intendente firmaron el convenio del paraje San Francisco.

11 de Junio de 2015 16:02

-Sí, lo cerraron. Dijeron que no funcionaba y que tenían problemas con los de ATE. De un día para el otro, levantaron campamento y a los chicos los mandaron a Ayacucho. Ahora se los devolvieron al Municipio, pero el tema no puede terminar acá. Qué van a hacer con esos chicos y qué va a pasar con ese espacio. En este contexto, nadie se puede dar el lujo, menos la Provincia y el Municipio, de cerrar un dispositivo de contención para niños y adolescentes…

Del otro lado del teléfono, una mujer que ruega no aparecer con nombre y apellido porque todos están en campaña avisa que el Paraje San Francisco está cerrado. Reclama explicaciones de Alejandra Germinario, de la secretaría de Niñez de la Provincia y de Martín Aiello, el titular de Desarrollo Social. “Ellos tienen que decir qué hacen, qué planes tienen con esos pibes”, sugiere antes de colgar.

La trabajadora está en lo cierto: el predio de cinco hectáreas que –en teoría- iba a albergar a más de 80 chicos con derechos fundamentales vulnerados, que fue remodelado con casi $2.000.000 y que implicó un convenio de articulación entre el Obispado, el Municipio y la Provincia tiene los candados puestos. El Paraje San Francisco hoy es eso que cierran porque “no funcionó” y “encima traía problemas gremiales”.

Al momento de cerrar, según pudo saber 0223, en el lugar estaban alojados seis chicos. La decisión de la Provincia –que es la encargada del funcionamiento del dispositivo- fue trasladarlos a Ayacucho, es decir, a 174 kilómetros de casa.

Casi 36 horas después, el Municipio se habría hecho cargo del abrigo de estos jóvenes: actualmente, dos están en el hogar Arenaza, dos en la Casa de los Amigos, uno internado en Hospital Interzonal y el sexto y último bajo la tutela de un mayor responsable.

El cierre del Paraje San Francisco, que entre su anuncio, funcionamiento y bajada de persiana, carga con una historia de no más de tres años, supone –en la superficie- dejar de contar con un espacio de trabajo y contención para poblaciones juveniles “complejas”, en tanto chicos que desde pequeños han sufrido una vulneración sistemática de derechos.

En el fondo, sin escarbar demasiado, los candados del Paraje San Francisco -ruta 88, km 9.5- parecerían ser una muestra –para nada gratis- de cómo se ejecuta una una parte de la política social en torno a la niñez en conflicto.